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Un ladrón secuestra a un taxista y se estrellan por exceso de velocidad

Luis C. C., de 37 años, tuvo ayer su hora más rápida. En ese tiempo el hombre robó un coche, intentó sustraer otro, secuestró a un taxista y se enfrentó pistola en mano a una patrulla de la Policía Nacional. Los hechos, según informó la Jefatura Superior de Policía, se iniciaron cuando Luis intentó llevarse un coche situado frente a un restaurante de la calle del Padre Damián (Chamartín). Al no conseguirlo -debido a la resistencia del aparcacoches, según el gerente del local- huyó y abandonó el Fiat Uno robado, con el que había llegado. Se encaminó entonces hacia un hotel cercano y llamó a un taxi. Una vez dentro, sacó una pistola y encañonó al conductor: "Tira que soy de ETA", le dijo.Se dirigieron entonces a la Casa de Campo, donde Luis se puso al volante y el taxista en el asiento trasero. Con una media calada en la cabeza, empezó a conducir en dirección al casco urbano. En la calle de Toledo, a la altura del número 174, perdió el control del vehículo por exceso de velocidad y chocó contra un coche estacionado.

El accidente fue visto por un vecino, que llamó inmediatamente al 091. Este testigo contó que, tras oír un disparo, había visto huir por el paseo de las Acacias a un hombre vestido con una zamarra de piel. Un vehículo camuflado del Grupo de Prevención de la Delincuencia de la comisaría de Arganzuela se dirigió al lugar y a los pocos minutos localizó al sospechoso en el paseo dé los Olmos. Cuando los agentes trataron de identificarle, Luis C. C., siempre según la versión policial, sacó un revólver de la cintura y, apuntándoles, gritó: "Os voy a matar". Los policías, con el arma desenfundada y a menos de dos metros de Luis reaccionaron con rapidez y sangre fría. Sin apretar el gatillo, el oficial se lanzó sobre el delincuente, lo redujo y desarmó.

Una vez detenido se comprobó que el revólver era de fogueo. En el cacheo se requisó a Luis C. C. una media, un machete y una ganzúa.

Entretanto, otra patrulla de la policía se había dirigido a la calle de Toledo, donde encontraron al taxista, Javier I. G., de 37 años. No sufría lesión alguna.

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