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Doblemente liberadas

Es carnaval en Madrid, y la pequeña Barbareta cumple además seis años. Lo celebra, con su hermana, primos y primas, amiguitos y amiguitas. Ellas son las reinas de la fiesta, se lo pasan bomba y, en el apogeo del party, se dejan llevar por la música. Suenan las ya inevitables Spice Girls y su no menos inevitable Wannabe.Las niñas mueven el frágil esqueletillo infantil, y las mollitas que lo cubren, cual si fueran sabrosas garotas. Lo hacen muy bien, tanto que Bertín o el tío Lauren las contratarían en el acto para su programa ése. Mi amigo Juanjo, que no está nada liberado, mascullaría: "¡esto es pornografía!". ¡Ah!, y a lo que iba: los niños asistentes, de la misma edad (6 a 10 añitos), no despegan ni a la de tres. Les apetece, pero no se atreven, así que ocultan su complejo haciendo un poco el bestia, aunque sin divertirse nada, y al final se posan como cigüeñas derrengadas sobre una cama y, allí, se quedan, amontonados, amuermados, contemplando a las danzarinas con estólido desdén. Derrota tempranera del antiguo sexo fuerte.

Pero hay más: según un reciente comentario editorial de este periódico crece la alarma demográfica ante la espectacular caída del número de hijos (1,2) por mujer española; la natalidad es ya la más baja del mundo! Y digo yo que él matrimonio (matris munere) debería cambiar de nombre. Ya no es tan munere.

Y más: hay mujeres en todos los cuerpos policiales del país, en el Ejército, a bordo de barcos y aviones de las fuerzas armadas españolas. Mujeres oficiales, mujeres con pistolón al cinto, metralleta en ristre, acaso bayoneta calada, que alguna quedará por ahí. ¿Liberación (sic) castrense?

Y más: algunos amigos míos, pioneros del downshifting huyeron hace años de Madrid, abandonaron empleos bien remunerados estableciéronse en pueblines de la sierra, a la sazón líricos, abrieron asadores o pequeños restaurantes.. Unos pocos cayeron después en la tentación de añadir un hotelito a su imperio (¡adiós, downshifting!) y me cuentan que hoy en día, cuando van parejas "de plan", que se decía antiguamente, son ellas las que reservan, toman la iniciativa, pagan. Según parece, ellos adoptan una actitud pasiva y recatada. Liberación sexual y económica.

Y más: pasivas y recatadas por cierto, prácticamente in visibles, fueron antaño las mujeres de la Mafia, sociedad secreta exclusivamente masculina. Pues bien, según nos cuentan los papeles, los recientes coloquios organizados por la Universidad de Palermo sobre el tema La mujer en el, universo mafioso, han llegado a la conclusión de que el matriarcado tradicional, fuerte sólo dentro del ámbito familiar, ha saltado al exterior. Ahora controlan - ellas la economía, han adquirido capacidad de decisión e incluso roto en ocasiones con su pasado sumiso. Algunas hasta se han in corporado a la criminalidad activa. Liberación mafiosa.Pero mucho más: en la ex católica España, las adolescentes están que arden. Una alumna del colegio Pablo Ruiz Picasso, en San Juan de Aznalfarache, Sevilla, recibió una tremebunda paliza como presunta chivata. Las agresores eran otras cuatro muchachitas, dos de ellas de tan sólo 12 años, y el tema no le sorprende nada al jefe del grupo de menores de la Policía de Madrid, quien afirma que este particular tipo de violencia es el que ha registrado un incremento mayor en los dos últimos años.

Algunas cifras: en 1991 se practicaron 500 detenciones de chicas. En 1995 fueron ya 800. Cifras importantes, si se tiene en cuenta que se circunscriben al ámbito escolar de la capital e incluyen un dato alarmante: el porcentaje de lesiones resulta muy superior al de robos.

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Como ejemplo de pegonas se cita en otro reportaje a Las Vanesas, cinco chavalas de edades comprendidas entre los 14 y los 17 años. Según parece, propinaban más hostias que los jefes de centuria antaño y tenían, aterrorizado al instituto Pradolongo de Usera. Todo lo ajeno se les antojaba, y lo obtenían a base de amenazas, insultos y violencia física. Fueron al fin detenidas, e inmediatamente liberadas. O sea doble liberación.

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