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Ardanza reunirá el viernes el Pacto de Ajuria Enea para contrarrestar la consternación por la violencia

La Mesa de Ajuria Enea se reunirá definitivamente este viernes. Intentará contrarrestar la sensación de inquietud y abatimiento social con un mensaje conjunto de serenidad y confianza democráticas ante la escalada terrorista y el recrudecimiento de la violencia callejera. El lehendakari, José Antonio Ardanza, ha optado por poner el listón muy bajo y centrarse en la metodología de futuras reuniones, pues la pretensión de recomponer el maltrecho consenso resulta hoy una aspiración inabordable. La portavoz del Gobierno vasco, Mari Carmen Garmendía, expresó ayer la "consternación" del Ejecutivo vasco por "tanto sufrimiento inútil' como está provocando el entorno de ETA.

Ardanza entregó ayer a los partidos que forman el Pacto un documento de análisis de la escalada de violencia de los últimos tiempos y una propuesta sobre "lo que pueden ser en el futuro los trabajos de la Mesa de Ajuria Eñea". Ese "nuevo método de trabajo" que defiende el lehendakari incluye "aparcar provisionalmente las reuniones plenarias", trabajar en grupos más reducidos y renovar el "pacto de discreción". Con todo, el lehendakari reconoce que "el mantenimiento o la recuperación de un foro de consenso democrático seguirá siendo necesario para la pacificación" del País Vasco. Más de allá de la voluntad de "dar una respuesta digna", a la altura de la grave situación actual, algunos partidos -encabezados por el PNV- se proponen establecer una nueva metodología que les permita trabajar en grupos más reducidos, parcelados y discretos, fuera de la expectación que suscitan las reuniones plenarias de la Mesa. Creen que, de esta manera, se reducirá la escenificación cotidiana de sus discrepancias y, con ello, ganarán cuerpo los espacios que comparten frente al terrorismo.

El consejero de Interior del Gobierno vasco, Juan María Atutxa, consciente de las dificultades a que se enfrenta la convocatoria de la Mesa, declaró ayer: "Hay que hacer un esfuerzo sobrehumano por reconstituir el Consenso" entre las formaciones políticas.

"La traca" de ETA

El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, que asistió en Bilbao al funeral por la última víctima de ETA, el policía nacional Modesto Rico, también apeló a todos los partidos para estar "a la altura de las circunstancias". Mayor advirtió que "hay una decisión estratégica del Movimiento de Liberación Nacional Vasco de abrir una especie de traca donde se abran todos los frentes de lucha. Lo hace en la calle y con los comandos que puedan operar; y también políticamente, porque políticamente también tiene su traca".Pero los partidos no acuden a la reunión de la Mesa de Ajuria Enea, la primera desde el pasado 12 de agosto, con demasiado optimismo. El ministro del Interior advirtió que un pacto que es noticia por "sus problemas, no tranquiliza". El portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados, Juan Alberto Belloch, considera que el documento que hizo público el PNV -en el que se aboga por la negociación con los terroristas- es más que un escollo. Belloch cree que "si el PNV retrocede y vuelve a la posición originaria, hay esperanzas; si no será complicado que dé resultados positivos el Pacto". Mayor Oreja también se refirió, aunque sin citarlo, al polémico documento del PNV sobre la violencia. "Nuestro nivel de exigencia hacia los comportamientos que se establecen en acuerdos y pactos entre todos nosotros, y no apunto a nadie con el dedo, sin duda alguna tiene que ser mayor y creciente", advirtió. En cambio, el portavoz de Interior de IU, Willy Meyer, se mostró partidario de que la Mesa se transforme en un foro en el que se pueda abordar cualquier tipo de discusión aunque suscite discrepancias".

Esta diferente aproximación al problema de la violencia entre los partidos que forman el Pacto de Ajuria Enea tuvo ayer mismo en el Ayuntamiento de Bilbao una muestra concreta. El pleno extraordinario del consistorio que pretendían celebrar el PP y el PSE-EE para denunciar el último asesinato de ETA -que costó -la vida el lunes al policía Modesto Rico- se transformó finalmente en una declaración institucional firmada sólo por PNV, IU y un miembro del Grupo Mixto. En la reunión de la junta de portavoces, el alcalde, Josu Ortuondo (PNV), no secundó la propuesta de. populares y socialistas. Con el apoyo de IU y del miembro del Grupo Mixto, se limitó a elaborar una declaración de' repulsa a toda acción terrorista y de llamamiento a la ciudadanía de Bilbao para que secunde las iniciativas en favor de la pacificación. Populares y socialistas criticaron con dureza su actitud.

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Por la tarde, unas 2.000 personas secundaron una de esas iniciativas por la paz. Se manifestaron por las calles de Santutxu para denunciar el asesinato de su vecino Modesto Rico a manos de ETA. La marcha, convocada por el grupo de Gesto por la Paz del barrio, finalizó en el lugar del atentado, donde los asistentes guardaron cinco minutos de silencio. Los pacifistas de Gesto pidieron a la sociedad que se mantengan las movilizaciones hasta acabar "con esta lacra social". La manifestación discurrió sin incidentes y estuvo protegida por varias furgonetas de la Ertzairitza.

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