El PP renuncia a que donantes "anónimos" puedan financiar a los partidos

El escándalo que nunca existió. Las filesas del PSOE, los naseiros del PP, los casinos de Convergéncia, las tragaperras del PNV e incluso el oro de Moscú de los comunistas estuvieron ausentes de la tribuna del Congreso de los Diputados sin que se hiciera la más leve alusión a su existencia durante el debate de cinco proposiciones de ley para regular la financiación de los partidos políticos. Las presentaban justamente las cinco formaciones que han sufrido alguna acusación en este terreno y fueron aprobadas por práctica unanimidad y con la voluntad expresa de llegar al consenso.Hay diferencias sobre los modos de financiación, pero el PP anunció que renuncia a las aportaciones anónimas para los partidos políticos, y dirigentes del PSOE, en privado, reconocieron que admitirán la propuesta popular de que personas jurídicas puedan financiar a los partidos.

No hubo auténtico debate sino exposición medida, sin puyas que pudieran molestar al adversario. El más sincero fue tal vez José Joan González de Txabarri, del PNV, que afirmó: "No vamos a ser los primeros en arrojar piedras sobre nadie".

Las cinco proposiciones de ley de PSOE, PP, PNV, CiU e IU-IC coinciden en muchos extremos. Las diferencias vienen por la posibilidad de que particulares financien a partidos. El PP, a través de su portavoz Jaime Ignacio del Burgo, anunció que renuncia a que pueda haber donaciones anónimas. El PSOE mantuvo la exigencia de que sólo personas físicas, no jurídicas, puedan aportar fondos pero, en privado, admiten que cederá.

Francisco Fernández Marugán, por el PSOE, se decantó por un sistema mixto, con limitaciones, y admitió que la imagen de los partidos se ha deteriorado por los escándalos.

Del Burgo, por el PP, se apuntó al sistema mixto, pero con "el peso de la financiación privada elevándose progresivamente", y advirtió sobre la deuda de los partidos. Fernández Marugán mantuvo que: el PSOE se acoge a la fórmula propuesta por el Tribunal de Cuentas, es decir, la negociación con entidades financieras y proveedores. Del Burgo advirtió que el PP está dispuesto a buscar una fórmula sobre la deuda de los partidos, "sin que ello signifique que puedan beneficiarse de fórmulas que supongan privilegios".

Manuel Silva, en nombre de CiU, siguió la misma corriente, pero dijo que no basta con la financiación publica, y González de Txabarri (PNV) propugnó "financiación privada sin actitudes timoratas".

Manuel Alcaraz, por IU, defendió una financiación más próximas a lo público, aunque sin renunciar a, la financiación privada, con topes y cautelas.