Futbolista por radio
Armando, el único español titular fijo en el Deportivo, llegó al fútbol por un anuncio de una emisora
El único español capaz de asomar la cabeza en la etapa Toshack, el futbolista nacional que ha sabido proyectarse hasta la selección desde el Deportivo pese a la exagerada competencia de extranjeros, llegó al fútbol por casualidad. Armando Álvarez Álvarez, un leonés que nació en Colmar (Francia) hace 26 años, debe su oficio a un anuncio de radio que escuchó junto a un amigo un simple día de peyas. "Equipo de nueva creación necesita jugadores; ven y prueba con nosotros", gritó la emisora. "¿Qué, vamos?". "Bueno, tampoco hay un plan mejor", contestó su acompañante.El Fortuna, un modesto club de barrio en el que el presidente era a la vez entrenador, utillero y masajista, cogió a los dos. En realidad, la demanda fue tan escasa que todo aquel que acudió al reclamo se quedó. El equipo, colista inevitable, no consiguió juntar nunca en un partido a 11 jugadores: "Nos metían unas goleadas de la leche". 14 años después de aquello, Armando vive holgadamente del fútbol
Actúa asiduamente en el Deportivo, como si estuviera inmunizado, contra la epidemia foránea que ha acabado con las existencias españolas del cuadro gallego. Y además ha pegado el salto a la selección
.Al Depor llegó el pasado verano procedente del Oviedo, el club donde se formó no precisamente sin sufrimientos. De juvenil, le insinuaron varias veces que emprendiera viaje de vuelta a León, y también estuvo a punto de auto sentenciarse el día de su primera convocatoria con el primer equipo: Irureta le citó justo la fecha en que el filial jugaba en León, su tierra, y como finalmente ni se vistió, Armando despotricó contra el técnico en la prensa: "Para eso, que no me hubiera llevado". Su definitivo ascenso se lo debe a Stoichkov, que marcó un gol tras robar un balón tonto a un lateral llamado Gaspar, que ya nunca fue perdonado por el oviedismo. Irureta, como Zúñiga, el otro lateral derecho, estaba lesionado, tuvo que fijarse en un joven chaval del filial que corría a toda velocidad por la banda derecha.
Desde esa banda llegó a La Coruña. Y allí, mientras Fran o Manjarín, talismanes del Superdepor, comen pipas en el banquillo, él progresa como futbolista. "Mi suerte", reconoce, "es que aquí han fichado muchos extranjeros, pero para otros puestos. Si hubiera llegado un lateral, yo, también estaría en el banquillo".
De hecho, eso es lo que Armando se temió cuando el Deportivo estrenó su paquete de incorporaciones de fin de año. Frente al Barcelona, coincidiendo con una lesión del leonés, Toshack alineó al portugués Helder de lateral derecho, su demarcación. Pero fue el propio Helder el que le tranquilizó: "A ver cuando te recuperas chaval. Yo no quiero jugar de carrilero, que te hacen correr mucho".
. Efectivamente, Armando, una vez superadas sus molestias, recuperó la plaza que había perdido por lesión. Y ahí sigue, inmune también al terremoto deportivista del último mes.
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