Jordan levantó al equipo del Este

, El fin de semana mágico de la NBA tocó a su fin y lo hizo con una victoria del equipo del Este ante las estrellas del Oeste, por 132 a 120. Tal y como se desarrollaron los dos primeros periodos, nada hacía prever un triunfo local, pero tenían una carta guardada en la manga: un Michael Jordan dispuesto a hacer historia con el primer triple-doble en un all-star (14 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias) y un Glen Rice hipermotivado tras la decepción sufrida en el concurso de triples. El alero de Charlotte se hizo acreedor al título de mejor jugador del partido (MVP), después de lograr el récord de máxima anotación en un cuarto (20 puntos) y en una mitad (24).Desde el salto inicial los hombres dirigidos por Rudy Tomjanovic se mostraron más agresivos. Su mayor acierto desde el perímetro les daba alas y se permitían prescindir de Olajuwon, Stockton y Payton a los ocho minutos, mientras su ventaja seguía creciendo hasta los 13 puntos con que terminó el primer periodo (21-34).

En el segundo cuarto el Oeste seguía mostrándose como una apisonadora y con una brecha de 23 puntos (30-53 en el minuto 19) había llegado el momento de ponerles freno y no podía ser otro que Michael Jordan el encargado de plantarles cara, auxiliado por un eficaz Grant Hill. El reto estaba servido: una palabra mágica que devolvió el brillo a los ojos de Jordan. A los cuatro minutos, la pareja letal ya tenía 10 puntos cada uno en su marcador particular y a 20 segundos para el descanso Penny Hardaway colgaba un triple que cayó como una dentellada en el cuadro occidental.

El 57-60 del descanso se quedó en anécdota cuando el tercer periodo comenzó con un parcial de 18-2 (75-62), ante la atónita mirada del Oeste, que en menos de 10 minutos no sólo había visto desaparecer una trabajada ventaja de 23 puntos, sino que ahora se situaba 13 tantos por debajo. Y todavía les quedaba por ver lo peor. Glen Rice afrontó el choque como si de un certamen individual se tratara; la tercera plaza lograda en el concurso de triples del sábado le supo realmente a poco y convirtió en certeros disparos toda la rabia contenida. Hasta cuatro consecutivos logró el alero de los Hornets, para poner 18 puntos de diferencia en el electrónico (90-72). En este preciso instante y con la hazaña de 20 puntos en un solo cuarto, Rice estaba dejando claro para quién sería el MVP del encuentro. A estas alturas del partido Tomjanovic dejó en manos de Shawn Kemp todas las opciones de mantener con vida al equipo y el alero de los Sonics realizó el encargo a la perfección: primero endosó un parcial de 0-7, para a continuación reducir hasta 10 la desventaja acumulada (97-87 al término del tercer periodo).

El último cuarto no continuó con el buen camino iniciado por los del Oeste y pese a bajar incluso la barrera de los 10 puntos (106-97), la misión se antojaba difícil. El desparpajo del Este había cogido por sorpresa al Oeste y un despiste semejante siempre se paga caro. Con algunas jugadas más de lucimiento individual en los dos bandos, se alcanzó el final con el abultado marcador de 132 a 120. Buen colofón para un fin de semana en el que se celebró el ecuador de una agitada Liga y el punto y seguido hacia a consecución del que, según muchos, puede ser el quinto anillo para los Bulls de Chicago.