El fútbol es cosa de "euroescépticos"

, Los ingleses son maestros en el arte marcial de defender todos a una causas supuestamente patrióticas que a menudo encubren estrictos intereses económicos. La semana pasada, los periodistas de la prensa "amarilla" no tuvieron que hacer demasiado alarde de ferocidad para encontrar titulares capaces de atraer a las masas británicas. Desde el primer ministro, John Major, hasta el líder de la oposición, Tony Blair, ofrecieron con sus declaraciones de condena a la UEFA los mejores titulares para The Sun, The Daily Mail o The Mirror. La noticia de que el organismo que dirige el fútbol europeo, UEFA, apoyaba claramente la propuesta de Alemania para convertirse en anfitriona del Mundial del 2006, levantó ampollas patrióticas.Major consideró "un ultraje" la decisión de la UEFA, -es la FIFA la que tiene la última palabra, pero una recomendación de los europeos tiene enorme peso-; Tony Blair habló de "un bonito apaño". Con unas elecciones generales previstas para el 1 de mayo como tarde, no hay nada sorprendente en el "ataque" de nacionalismo futbolístico padecido por ambos políticos. Sin embargo, algunos periódicos más rigurosos comenzaron a escarbar en los hechos. Se supo entonces que en varias reuniones de la UEFA en 1994 y 1995, en las que estuvo presente el antiguo presidente de la Asociación de Fútbol inglesa, Bert Millichip, se tomó la decisión de apoyar la propuesta alemana. Al parecer, todo fue un velado acuerdo entre caballeros, la Eurocopa 96 para Inglaterra, el Mundial del 2006 para Alemania. Millichip ha perdido, sin embargo, la memoria.

La revista The Economist encontraba una última razón para este "crudo despertar" de la FA inglesa. "Se rumorea que la FA rompió el caballeresco acuerdo cuando se dio cuenta de que la FIFA se plantea hacer rotar la Copa Mundial entre cuatro diferentes áreas geográficas. Eso podría significar que, si Alemania consigue ser la sede en el año 2006, el fútbol podría no regresar a su casa, Inglaterra, hasta el año 2022". Demasiado para Major.