Forges y los motoristas
Después de años padeciendo -y colgando de la pared de la oficina, después de reírme un rato- los chistes de Forges de funcionarios, espero no tener que empezar ahora con los de moteros. Para la información de Forges, siempre llevo casco, mi moto no hace mucho ruido y... ¡me paro cuando los semáforos están en rojo, a veces incluso en amarillo!Por supuesto, Forges pensará que soy la excepción que confirma la regla, y a otra cosa. Puedo contarle una anécdota. Hace unos días paré delante de un paso de cebra (¡oh sí!) para dejar pasar a una señora que llevaba un carrito de niño. El conductor del coche que venía detrás de mí, compartiendo sin duda su prejuicio de usted, supuso que no pararía y, simplemente, me arrolló. Por suerte, la señora aún no había empezado a cruzar y se libró de que en mi caída me la llevara por delante. No tanto defenderme de una crítica injusta, sino colaborar a deshacer el cliché sobre / contra los motoristas. Porque si un conductor de coche cambia bruscamente de carril al ver un hueco para aparcar, sin encender los intermitentes, y se lleva por delante una moto pensará que la culpa es del motorista (van todos como locos). En ningún caso se planteará que la culpa pudo ser suya y en la próxima ocasión hará lo mismo.
¿Sabe Forges que, según una estadística de la Dirección General de Tráfico publicada hace algún tiempo en una revista, en los accidentes en los que un coche choca con una moto la culpa es del coche en el 80% de las veces? Pero no desfallezca. Parafraseando el dicho, no deje que la falsedad de un tópico le estropee un buen chiste.
En cualquier caso, no quiero dejar pasar la ocasión de agradecerle los infinitos buenos ratos que he pasado con sus chistes desde hace tantos años, y los que espero seguir pasando.-
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