MUNICH Y EL CARDENAL

Los concejales del Partido Socialdemócrata y Los Verdes han torpedeado el intento de nombrar al cardenal alemán Joseph Ratzinger ciudadano de honor de la ciudad de Múnich. Ratzinger, próximo a cumplir 70 años, está considerado como el número dos en la jerarquía vaticana por su puesto de prefecto de la Congregación de la Fe, antes Santo Oficio y antes Santa Inquisición. Las posiciones de Ratzinger como cancerbero de la doctrina católica no parecen del agrado de estos concejales, que le han negado los votos necesarios para nombrarle ciudadano de honor de la capital de Baviera, de la que fue arzobispo entre 1977 y 1981, y no falta quien recuerda que incluso sustentaba posiciones progresistas antes de ser nombrado por el papa Juan Pablo II como guardián de la fe y virar del todo hacia la ortodoxia más dura. Los socialdemócratas han tratado de enmascarar un poco su rechazo a Ratzinger con el argumento de que no procede el nombramiento, porque el hoy cardenal no permaneció mucho tiempo en Múnich. Los Verdes, más desvergonzados, no se andan con rodeos y desde un principio afirman que no están dispuestos a votar a favor de "un extremo derecha de la Iglesia que impide el desarrollo del espíritu liberal".-