La Bolsa de Tokio se desploma casi el 11% en una semana por el pesimismo sobre la economía
La incertidumbre sobre la evolución de la economía japonesa siguió alimentando ayer la venta frenética de valores en la Bolsa de Tokio y provocó una caída del 4,26% en su índice Nikkei y suma casi el 11% en lo que va de año. Este espectacular retroceso, el mayor desde hace dos años, afectó negativamente al resto de mercados asiáticos, que están perdiendo atractivo frente a los boyantes mercados de Europa y EE UU. La incertidumbre sobre la evolución de la economía, que este año debe enfrentarse a un fuerte ajuste fiscal para reducir su déficit, y el frágil estado del sector financiero están retrayendo la inversión en Bolsa. Los analistas descartan que el PIB crezca en 1997 el 3,8% previsto por el Gobierno.
El pánico se adueñó ayer de la Bolsa japonesa, que cerró con una caída de 770,22 puntos (un 4,26%), la mayor registrada en un día desde el 17 de enero de 1995, cuando la preocupación por los efectos del terremoto de Kobe en la economía provocó un desplome del 5,6% en la Bolsa. El índice Nikkei se sitúa en 17.303,65 puntos, el mínimo en 17 meses. En las siete sesiones celebradas en lo que va de año, Tokio ha retrocedido un 10,6% y los analistas no ven motivos para pensar que se va a frenar esta tendencia bajista. La Bolsa de Nueva York no se resintió y, al contrario, cerró con unas ganancias de 78,12 puntos.El Ministerio de Finanzas nipón intentó en vano calmar el nerviosismo inversor. "Es necesario tener confianza en la dirección que está tomando la economía", declaró su titular, Hiroshi Mitsuzkua. "Estamos en el buen camino". Mitsuzkua reconoció, no obstante, que el desplome e la Bolsa de Tokio se debe, en gran parte, a la falta de progreso en, las prometidas medidas de desregularización de la economía. Ni siquiera la espectacular bajada de los tipos de interés oficiales -se sitúan en el 0,5% desde hace un año- ha ayudado a animar las expectativas.
La caída del valor de las acciones preocupa al Gobierno. Algunos economistas señalan que un fuerte retroceso en la Bolsa, desincentiva la inversión empresarial, un elemento clave para asegurar el crecimiento.
Por el momento, la crisis de Tokio ha afectado moderadamente al resto de los mercados asiáticos. Ayer se salvaron de las caídas Seúl y Taiwan. La Bolsa surcoreana, muy castigada por las protestas sociales, llegó incluso a ganar un 1,38%, animada por la perspectiva de que bajen pronto los tipos. Taiwan ganó un 1,2%. Los otros mercados retrocedieron ligeramente: Hong Kong cayó un 0,1%; Sidney, un 0,2%; Kuala Lumpur, un 0,4%, y Singapur, un 0,5%.
En círculos empresariales japoneses se pone en duda la capacidad del Gobierno para hacer las reformas necesarias que eviten que la economía se hunda en una nueva crisis. El Ejecutivo de Ryutaro Hashimoto tiene pendiente la liberalización de varios sectores, como el financiero.
El sector financiero ha tenido que asumir p¿rdidas millonarias en los últimos años a causa de la caída del mercado inmobiliario, cuyos precios se dispararon durante la burbuja especulativa de principios de los noventa. La bajada de la cotización de los bancos ha liderado precisamente el desplome de la Bolsa.
Además, el Ejecutivo tiene que corregir su elevado déficit presupuestario que se ha disparado en los últimos años de recesión a causa de la caída de ingresos fiscales y las políticas de aumento del gasto público aplicadas para estimular la demanda. Este desequilibrio se acerca peligrosamente al 5% del PIB.Para aumentar la recaudación, el Gobierno subirá los impuestos al consumo a partir del próximo 1 de abril, cuando da comienzo el año fiscal japonés. Una medida que tendrá un efecto depresor en la demanda. El yen, en mínimos frente al dólar, cotizó a 116 yenes por dólar.
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