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El Consejo del Poder Judicial decide regular las sustituciones de jueces para evitar "enchufismos"

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha decidido regular "con normas claras y objetivas" las sustituciones de jueces. El máximo órgano de gobierno de la judicatura pretende erradicar el "subjetivismo" que se emplea ahora para elegir a los sustitutos y evitar así posibles casos de enchufismo. La intervención del Consejo en este asunto se produce después de que este periódico revelase que un tercio de los 10 jueces suplentes de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Madrid son hijos de magistrados titulares (véase EL PAÍS del 28 de noviembre).

Miriam de la Fuente, Juan Antonio Linares y Paloma Fátima Rodríguez son los tres jueces sustitutos que cubren vacantes en la Sala de lo Social del alto tribunal madrileño. Además, Ignacio Campos, hijo del actual presidente de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo, también trabajó como suplente en esa sala hasta el verano de 1996. Jueces de lo social de primera instancia y abogados laboralistas -entre éstos, Nacho Montejo- criticaron el pasado noviembre la acumulación de familiares de jueces titulares en esta sala.Manuel Ávila, presidente de la Sala de lo Social del Tribunal de Madrid, rechazó entonces la existencia de nepotismo y explicó que la concurrencia en su tribunal de vanos hijos de colegas sólo era "una coincidencia". Ávila se mostró a favor de que se regulase el mecanismo para cubrir las vacantes.

Oficialmente, es el Consejo General del Poder Judicial el que nombra a los jueces sustitutos. La realidad, sin embargo, indica que el Consejo se limita en estos casos a dar el visto bueno a los nombres que proponen las respectivas salas de gobierno de los tribunales superiores. En los casos citados, fue la sala de gobierno del Tribunal de Madrid -integrada por nueve magistrados- la que elevó estos nombres.

De ahí que el Consejo estudie ahora la redacción de una normativa concreta para las sustituciones, que erradique "los criterios subjetivos" que hoy se emplean, según fuentes de este organismo.

"Excesivos suplentes"

Cuando se produce una vacante en un juzgado, el perfil del juez sustituto se extrae de una especie de bolsa de trabajo que se crea todos los años. Para estar en ella y ser nombrado no hay que pasar ningún examen. El único requisito del aspirante es que sea licenciado en derecho y no incurra en incompatibilidad.

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Un vocal del Consejo explicó ayer: "Los actuales mecanismos de selección y preparación de los jueces no son los deseables, y están dando problemas. "Ahora mismo", agregó, "hay unos mil jueces sustitutos en toda España, cifra excesiva si se tiene en cuenta que en plantilla, como titulares, hay 3.500". La culpa del exceso de sustitutos la tiene el propio Consejo, ya que no saca a concurso las vacantes, admite el citado vocal.

Cubrir con sustitutos vacantes en órganos superiores de Justicia facilita, según el abogado laboralista Montejo, que simple licenciados en derecho puedan revocar sentencias de magistrados titulares mucho más experimentados y avezados. El presidente de la sala tildó de simplista este argumento. Indicó que en los órganos colegiados (formados por tres jueces) las sentencias las firman y elaboran tres magistrados.

Montejo, muy crítico con la acumulación de familiares en la Sala de lo Social ("es una chapuza y un descarado favoritismo para los hijos de los jueces"), subrayó ayer: "Ya era hora de que el Consejo se diera cuenta de este problema. Por lo que yo sé, el presidente del Consejo, Javier Delgado, está muy interesado en reglamentar las sustituciones".

Aunque no tiene nada que ver con la Sala de lo Social, juez sustituta es también, por ejemplo, Ana María Pérez Marugán Cubre en la actualidad la vacante que existe desde hace tres años en el Juzgado de Instrucción 43 de Madrid. Precisamente, el juzgado que investiga los sumarios del presunto latrocinio de los fondos reservados del Ministerio del Interior y el de la escuchas ilegales del Cesid.

El hecho de que sumarios de esta envergadura hayan estado en manos de jueces sustitutas -primero María Jesús Coronado, después Ana Mercedes del Molino y ahora Ana María Pérez Marugán- tiene una explicación, según el hasta hace unas semanas presidente del Tribunal Superior de Madrid, José Mateos. "Ningún juez titular de Madrid, cuando se ha quedado vacante el Juzgado 43, solicitó hacerse cargo de él", explicó. No obstante, matizó: "Todas lo han hecho bien".

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