Cientos de miles de madrileños acuden a las rebajas de los grandes centros

VIENE DE LA PÁGINA 1

A lo largo de toda la temporada de rebajas, y en toda España, se calcula que visitirá alguna tienda una población equivalente a los habitantes de España, esto es, 35 millones de personas", precisó ayer José Serrano, presidente de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGED).

Las rebajas de este año llegan, según el director general de Comercio de la Comunidad de Madrid, Ignacio de la Vega, en un momento particularmente dulce para la economía de la región: "El consumo global madrileño, esto es, el que cuantifica desde la venta de automóviles al de bolsas de patatas fritas, ha subido en un 15% en las dos últimas semanas de diciembre con respecto al año anterior".

El director regional añadió que esta subida es importante porque "es la primera que se produce en dos años". "A esto ha ayudado, claro está, la última rebaja de los tipos de interés", añadió el director general de Comercio, quien también estimó en un 15% el aumento previsto en la facturación de rebajas.

El Ayuntamiento de Madrid, en previsión de los posibles fraudes, ha puesto en funcionamiento una campaña de inspección de establecimientos en rebajas. Entre los consejos repartidos por el departamento municipal de Consumo figura el de observar que junto al precio rebajado se encuentre el anterior sin rebajar a fin de que el cliente pueda calibrar el descuento; el exigir el pago con tarjeta de crédito si así, era la costumbre del establecimiento, y el de pedir el resguardo de compra a fin de poder cambiar el artículo.Funda nórdica

La jornada de ayer deparó sus anécdotas. Aunque no hubo ni apretones ni carreras en la entrada de los grandes centros, una treintena de clientes -la mayoría señoras de unos cuarenta años- se agolpaban en la planta séptima de El Corte Inglés de Preciados, en la sección de oportunidades. Se vendía lo que a juicio de los compradores era una auténtica bicoca: fundas nórdicas a 1.000 pesetas cada una. Los cientos de fundas que se ofrecieron desaparecieron en media hora, escasa.

Allí se produjeron debates y conversaciones chistosas, como la que mantuvo una señora con otro comprador, al que repetía, una y otra vez: "Yo no sé si comprar esto [la funda], porque, en el fondo, lo que hace es cubrir el edredón". El comprador respondía: "Para eso está, señora, para que no se vea". "Ya, pero esconde el edredón. En fin, es tan barato que me lo llevaré", resolvió la señora. Otro de los sitios más concurridos fue el rincón reservado para jerséis de lana a razón de 3.000 pesetas cada uno.

La explicación de la falta de prisas a la entrada de El Corte Inglés de Preciados la dio el mismo subdirector del centro: "La gente sabe que no existe el chollo único ni el abrigo de visón tirado de precio, así que no hay colas desde tempranas horas".