Seúl lanza una reforma del sistema financiero en plena crisis social
El plena crisis social, el presidente surcoreano, Kim Young-Sam, abrió ayer un nuevo frente al anunciar una profunda reforma del sistema financiero con el objetivo de acercar Corea del Sur al nivel de los grandes países desarrollados. Young Sam también dejó claro que no se rendirá ante las masivas protestas y huelgas que se están produciendo en todo el país desde hace varias semanas y que mantendrá intacta la dura ley laboral que ha aprobado el Gobierno. Esta afirmación provocó el rechazo de los principales sindicatos M país, que anunciaron su intención de intensificar las protestas.
"La reforma del sistema financiero es particularmente urgente para acercarlo a los existentes en los países desarrollados", subrayó el presidente durante una conferencia sobre la globalización de la economía que se emitió en la televisión.La supuesta "adaptación" de los derechos laborales surcoreanos a los que existen en los sistemas occidentales ha provocado en las últimas semanas una oleada de protestas sociales sin precedentes desde la elección como presidente de Kim Young.
Corea del Sur se incorporó recientemente a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que agrupa a las 26 primeras potencias económicas del mundo. Aunque el crecimiento en el país asiático sigue siendo fuerte, la actividad se ha frenado desde 1995 y el PIB crecerá en torno al 6% este año frente al 9% que se incrementó en 1994.
El presidente está decidido a reformar en profundidad la economía surcoreana, mientras que los principales partidos de la oposición rechazan cualquier medida que suponga mermar el tradicional intervencionismo del Estado en la economía.Apoyo de la industria
La gran industria acogió favorablemente el anuncio de Kim Young. En su opinión, la liberalización del sistema Financiero permitirá reducir de forma notable el precio del dinero.
En su discurso, el presidente reiteró su apoyo a la nueva ley laboral. La normativa, que abarata drásticamente el coste del despido, "supondrá un renovado impulso para ganar en competitividad", proclamó Kim Young. Pero los principales sindicatos del país rechazaron enérgicamente el llamamiento del presidente a "compartir con la industria el esfuerzo" de la reforma económica y salieron un día más a la calle para protestar contra la reforma de los derechos laborales. La huelga s e ha extendido ya a casi todos los sectores de la economía.
Varios líderes sindicales advirtieron que los paros se intensificarán y que el sector público se sumará a la protesta. Las centrales han decidido ignorar la amenaza de acCiones judiciales esgrimida por el Gobierno contra los sindicatos por organizar "huelgas ilegales".
El mensaje tampoco ayudó a animar a los inversores en la Bolsa, que perdió terreno un día más. Cayó un 2,5% y cerró en 611,05 puntos, su nivel más bajo en cuatro años.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.