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Entrevista:

"Los madrileños tienen gran necesidad de relajarse"

Lo de maestro no es un decir: a Ramiro Calle le contemplan 42 viajes de perfeccionamiento a la India y 103 libros sobre yoga desde todas las perspectivas imaginables. El es la mejor demostración de que la primera psicología y la primera medicina natural de la historia de la humanidad, con más de 7.000 años a sus espaldas", sigue dando mucho que contar. Tiene 53 años, los 25 últimos al frente de su academia, Shadak "practicante" o "aspirante espiritual", en lengua sánscrita), y en todo este tiempo ha tenido oportunidad de trasmitir su sapiencia, millar arriba, millar abajo, a unos 150.000 madrileños. Un repaso de urgencia con motivo de estas bodas de plata da como resultado una apreciable lista de alumnos ilustres: el vicepresidente Rodrigo Rato, los actores Javier Bardem y Gemina, Guillén Cuervo, las financieras hermanas Koplowitz o el futbolista Emilio Butragueño.

Pregunta. ¿Cuántos goles de El Buitre le debe el madridismo a sus enseñanzas?

Respuesta. Probablemente ninguno, pero es cierto que Emilio practica yoga físico y mental con una disciplina extraordinaria, y eso le ha ayudado a mantener el equilibrio tanto si el partido le salía bien como cuando fracasaba. Mis clases le sirvieron para no dejarse afectar ni por el halago ni por el insulto.

P. Quizás en una ciudad como Madrid, siempre tan trepidante y bochinchera, le es más sencillo encontrar adeptos.

R. La forma de vida es decisiva a la hora de decantarse por el yoga, claro, aunque también influye la información. En el medio rural o en ciudades pequeñas, la gente se convierte en autodidacta y se las apaña a base de libros. Los madrileños, en cambio, tienen gran necesidad de relajarse, concentrarse y sentirse en forma. Y esa necesidad se presenta a todos los niveles: ahora mismo, por ejemplo, estamos dando clase a un buen número de funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores, igual que antes hicimos con gente del Banco de España.

P. ¿Cuántas veces le han torcido el gesto por entender que su disciplina es una frivolidad?

R. Siempre hay quien es de mente muy cerrada no conoce el yoga y ni se le ocurre probar: se siente poco menos que amenazado. El peor servicio que han sufrido estas enseñanzas es el de estos grupos hinduizantes, de tintes casi sectarios, que andan por ahí. Mi yoga es aséptico.

P. El yoga ¿también, está sujeto a modas?

R. En cierto modo. Durante los primeros años ochenta, se vivió un auge impresionante, y ahora vuelve con fuerza. Como no hay desgaste cardíaco, puede practicarlo cualquiera, y es óptimo para la longevidad.

Centro de yoga Shadak. Calle de Ayala, 10. 435 23 28.

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