La parada biológica obliga a los pesqueros del caladero marroquí a amarrar dos meses
La flota de 150 arrastreros que habitualmente faena en los caladeros marroquíes inició ayer la obligada parada biológica para los dos próximos meses que establece el acuerdo de pesca suscrito entre la Unión Europea y Marruecos. La situación de la flota pesquera se ve agravada al llevar varios días amarrada a puerto a causa del fuerte temporal que afectó en el pasado mes de diciembre a la zona del estrecho de Gibraltar.
El presidente de los armadores de Andalucía, Pedro Maza, aseguró ayer que "son muchos los problemas que a partir de ahora empiezan a afectar a los armadores, porque el año ha sido muy duro, ya que en el último mes de diciembre, debido al temporal, han sido muy pocos los días que hemos podido salir a faenar". Unos 10 puertos se ven afectados por este paro biológico, aunque en su mayoría se trata de barcos andaluces pertenecientes a Huelva, El Puerto de Santa María, Algeciras y Cádiz.Maza manifestó que "el puerto de Algeciras es uno de los más perjudicados por esta parada biológica que mantendrá en el dique seco a la flota de arrastre, porque, aunque tan sólo son 10 los pesqueros que se ven afectados por el acuerdo con Marruecos que tienen su base en este puerto, son muchos los barcos de Santa Pola (Alicante) y A Guarda (Pontevedra) que van a dejar de vender sus capturas durante los dos próximos meses en la lonja algecireña". El paro de dos meses afecta a unos 1.500 trabajadores. También se verán afectados los empleados de otros sectores, como el no extractivo, en el que las empresas subsidiarias del sector pesquero empiezan desde hoy a padecer la disminución en las capturas. En el acuerdo entre la UE y Marruecos se establecieron unas ayudas oficiales de 76.000 pesetas mensuales a los pescadores y 450 millones para los armadores.
Críticas de los armadores
El presidente de la Interfederativa Andaluza de Cofradías de Pescadores, Rafael Montoya, volvió a pedir la reciprocidad que marca el acuerdo entre la UE y Marruecos y denunció que "en ocasiones vemos como tan sólo los barcos españoles somos los que no pescamos durante los dos meses de parada, ya que tanto los arrastreros marroquíes como muchos de terceros países siguen trabajando en el caladero sin que nadie, a excepción de los trabajadores del sector pesquero, denuncien el hecho".
Para Montoya, el paro va a ser duro por las pérdidas que ha ido acumulando el sector en los últimos días del año a causa del temporal. Estas pérdidas van a provocar, según señaló Maza, que muchos armadores tengan que dejar definitivamente el barco en dique seco por no poder hacer frente a las deudas que tienen contraídas. "Eso es lo que más nos preocupa a los armadores: la puesta en marcha una vez que han finalizado los dos meses de parada, porque volver a salir a faenar suele costar a cada armador unos 3,5 millones de pesetas, a lo que en ocasiones es imposible enfrentarse", declaró Maza, al tiempo que recriminó a la Administración central la negativa a conceder ayudas económicas durante este paro.
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