La Bolsa cierra el año con un avance del 39% tras una espectacular alza en las últimas sesiones
La Bolsa terminó 1996 superando con exceso las expectativas más optimistas. El índice de Madrid consiguió una revalorización del 38,96% (124,70 puntos), al cerrar a 444,77%, su octavo máximo consecutivo; por su parte, el índice selectivo Ibex 35 cerraba a 5.154,77 puntos, también en una cota máxima y con una revalorización anual del 42%. Al final, pues, el mercado español de renta variable se ha situado en cabeza de las principales bolsas internacionales en cuanto a las ganancias acumuladas en el año, por encima del 34% de Hong Kong o del 28% de Nueva York. Para este año, los analistas apuestan por subidas menos espectaculares, que podrían llevar el índice madríleño en torno al 500%.
Las causas de éste interés de los inversores por la renta variable, que desde hace tres meses ha vivido una ininterrumpida carrera alcista, residen en el descenso de los tipos de interés y en un proceso combinado de causa y efecto sobre las posibilidades de España de integrar el grupo de países que accedan a la primera fase de la moneda única.Y es que la bajada de los tipos de interés en el año ha sido del 30,55% (2,75 puntos), hasta situar el precio oficial del dinero en el 6,25%, mientras que el diferencial con, la deuda alemana a 10 años ha caído hasta 1,07 puntos (en el mes de julio estaba en 2,68 puntos y a principios de 1996 a más de 3,50). Además, las expectativas sobre los tipos de interés apuntan hacia algún pequeño recorte, ya que todos los analistas coinciden en que el precio oficial, del dinero puede situarse en los próximos meses en torno al 5,50%.
El pasado año fue el del boom de los fondos de inversión, superando los 18 billones de pesetas frente a los poco más de 12 billones de principios de año.
Rentabilidad de la deuda
Por otra parte, cuanto más bajan los tipos de interés, más se acercan las magnitudes económicas españolas a los criterios de convergencia de Maastricht y mayor es el interés de la inversión por la renta variable, de ahí que en las últimas sesiones del ejercicio los precios de las acciones españolas se hayan disparado, ya que la rentabilidad de la deuda ha llegado a unos niveles en los que apenas ofrece alicientes a la inversión.Los sectores que han acumulado mayores plusvalías han sido los de comunicaciones, con un 67,76%; inversión, con el 56,76%, y electricidad, con el 49,25%. En el caso del sector de inversión, la explicación es endogámica, ya que las sociedades de cartera se han limitado a reflejar el crecimiento de sus participaciones en el mercado, mientras que eléctricas y comunicaciones son dos sectores muy sensibles a los tipos de interés, sobre todo por lo referente a su endeudamiento.
En cuanto a las expectativas, el reciente tirón de los precios ha sorprendido a los analistas al dejar en la cuneta todos sus pronósticos recientes. Hace sólo un mes, cuando el índice de Madrid llegaba al 400%, las estimaciones para 1997 se situaban en torno al 470%-480%, para el índice general, es decir, se esperaba una subida del 20%. Ahora, con el índice en el 444,77%, la revisión de los pronósticos aparece como un problema, ya que las expectativas sobre los tipos de interés, el consumo y la inflación siguen sin cambios y hay que buscar otros argumentos para los inversores.
Si los pronósticos no varían, la Bolsa va a subir en 1997 menos del 10%, casi igual que la renta fija. Aunque aún no se han redondeado los pronósticos, en los departamentos de análisis se habla de niveles que superen el 500%, una marca al alcance de la mano.
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