Transparencia y lentitud, cara y cruz del año del rector Puyol

Al cumplir un año como rector de los 130.000 alumnos de la Complutense, Rafael Puyol, el sustituto de Gustavo Villapalos, se examina por vez primera ante decanos y alumnos de su universidad. De su gestión aprueban la austeridad la transparencia económica. Y suspenden la lentitud con la que toma sus decisiones y la falta e proyectos futuros con los que resolver los problemas de la universidad.

El decano de la Facultad de Económicas, Carlos Berzosa, que también pretendió el sillón del rector, destaca de la gestión de Rafael Puyol su preocupación por los temas académicos la transparencia en los asuntos económicos, mayor libertad de expresión en las juntas, de gobierno y unos presupuestos ajustados a la realidad. Para Berzosa, lo peor es la lentitud. "Falta agilidad en sus decisiones cotidianas. Hace falta un proyecto de universidad", explica Berzosa, que centra otra de sus críticas en el Libro Blanco. "No hay proyectos", señala.Para un portavoz de la Coalición Conjunta de Independientes de alumnos de Económicas, este año ha sido de continuidad. "No ha habido ningún cambio especial. Si Villapalos era un hombre con carisma, que creaba conflictividad, Puyol deja indiferente a la gente", explica un portavoz. Sobre el libro blanco dice: "Está en blanco. Se ha quitado lo más interesante".

La decana de Políticas, Charo Tegui, asegura que este año se ha ganado en transparencia económica y democratización en cuanto a la toma de decisiones. En contra: "No se ven claros los proyectos de futuro del rector".

Por su parte, la Plataforma de Estudiantes de Izquierdas (PEI) critica la falta de información del rector hacia los alumnos. "También vemos que falta democracia en el proceso de elección de los representantes".

Del Grupo de los Cien, afín al rector, opina un alumno de Derecho, Francisco Javier Redondo: "Es eficiente y consecuente. Se preocupa por sus alumnos; por eso va a crear la delegación de estudiantes y el defensor del alumno". Sobre el Libro Blanco dice: "No es el mejor, pero es una declaración de voluntades".

El decano de Biológicas, Rafael Hernández, opina: "Es una gestión mucho más austera, y asistimos a un clima de debate y de transparencia". Y crítica la falta de proyectos. "No sabemos cómo se va a solucionar la masificación, la falta de profesorado, la reforma de los planes de estudio", dice.

Puyol se defiende: "En mi programa hay 65 líneas de actuación, y poco a poco las voy poniendo en funcionamiento. Este primer año he sentado las bases de la universidad. Claro que tengo proyectos".