"Hubo un 'caso Bosman' y ahora puede haber un 'caso Deportivo"

Augusto César Lendoiro dice que va a dar la batalla para construir "el fútbol del siglo XXI", aunque eso signifique plantear un contencioso jurídico como el del célebre caso Bosman. El objetivo final del presidente del Deportivo es. liberarse de la tutela de la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociación) y acabar con la enorme influencia de los clubes poderosos que, según dice, actúan como "caciques".Lendoiro, 51 años, asume grandes riesgos. Su decisión de recurrir a la justicia ordinaria para evitar la clausura del estadio de Riazor para el partido contra el Barcelona del próximo 4 de enero podría acarrearle incluso la prohibición de participar en competiciones internacionales. Pero está convencido de que le asiste el derecho y no es hombre al que le guste dar su brazo a torcer.

Pregunta. ¿No tem salias de la FIFA?

Respuesta. No sé lo que piensa la FIVA, sólo sé que nosotros defendemos los intereses del Deportivo en un mundo -ya no sólo un Estado- de derecho. ¿Qué ocurriría si ante un partido entre Madrid y Barcelona se tomase la decisión de cerrar sus estadios? Vamos a defender nuestro derecho sin preocuparnos de la FIFA o la UEFA. Sabemos que tiene sus riesgos, pero nada hubiese progresado en el mundo, no habría ni derechos humanos, si alguien no hubiese dado la cara en un momento determinado. En un continente civilizado no se puede prohibir el recurso a los tribunales.

P. ¿Podríamos estar ante un nuevo caso Bosman?

R. Sí, tiene todas las características para serlo y todavía con muchos más temas en debate. No creo que fuese bueno que la FIFA tensase la cuerda, aunque es muy libre de actuar como quiera. Pero con la legislación española, nadie puede privar a una sociedad anónima del derecho a defender sus intereses en los tribunales. Igual que hubo un caso Bosman, que afectaba a los futbolistas, ahora puede haber un caso Deportivo en lo que se refiere a los clubes.

P. ¿En este asunto, como en el de la cesión de futbolistas para las selecciones nacionales, no sería más útil que los clubes presionasen conjuntamente9

R. El Deportivo no tiene que pedir el apoyo de los clubes ni lo necesita porque ésta es una cuestión de lógica y sentido común. Por supuesto que creemos que tenemos ese apoyo, pero así como la Federación está buscando un primo con nosotros, el Deportivo no va a buscar primos en nadie más.

P. ¿Cree que, la clausura del estadio se retrasó adrede para que coincidiese con la visita del Barcelona?

R. Hace un par de años se sancionó a Johan Cruyff por unos insultos al árbitro, y no cumplió la sanción hasta la Supercopa del año siguiente, y además en el partido de vuelta, porque el de ida lo habían ganado holgadamente. Las sanciones y las suspensiones cautelares se tienen muy en cuenta según cómo le correspondan a cada uno de los clubes. No deja de ser curioso que a nosotros nos fuera a coincidir con un partido tan decisivo, desde el punto de vista deportivo y económico. Hasta ahora -¡qué casualidad!- las clausuras de los estadios coincidieron siempre con partidos intrascendentes. Es desproporcionado que el lanzamiento de una moneda por parte de un niño, que ni le causa un rasguño al árbitro, tenga estos efectos. Eso no tiene parangón en toda la historia del deporte español.

P. ¿Al Deportivo le siguen considerando un intruso entre los grandes?

R. Somos un club incómodo porque defendemos nuestros derechos y vivimos el fútbol como pocos equipos. Sin ánimo de pedantería, este club ha comenzado a hablar de cosas de las que nadie se atrevía a hablar. Me refiero a defender nuestros derechos en el reparto del dinero de las quinielas, a negociar individualmente con las televisiones o a exigir a los seleccionadores nacionales que paguen por disponer de nuestros jugadores. El equipo que reclama esto rompe moldes y para muchos sería mejor que no existiésemos . Pero vamos a marcar una etapa muy importante en el fútbol español, estoy convencido de que lo cambiaremos. Si es necesaria una revolución en el fútbol, incluso en el plano internacional, nosotros la estamos llevando a cabo en parte. El fútbol del año 97 ya no tiene nada que ver con el del 94, y en buena medida ha sido por iniciativas nuestras. Al Madrid y al Barcelona sólo les interesa estar en la instituciones para tener más fuerza., El Deportivo intenta mejorar el mundo del fútbol para que todos tengan los mismos derechos.

P. Sus fichajes siguen asombrando. Hasta se bromea con que usted tiene una máquina de hacer dinero...

R. Hay pocos clubes que hayan arriesgado tanto como el Deportivo, pero con sentido común para discernir cuándo hay que fichar un jugador y cuándo hay que dejarlo marchar. Esto es una apuesta constante, pero no la ruleta rusa. Nadie daba un duro por nosotros y ahora disputamos la Liga de tú a tú a Madrid y Barcelona.

P. Después del gran esfuerzo realizado en los últimos meses, ¿está ya formado el equipo para unos cuantos años?

R. Las bases del futuro están sentadas, aunque. todos los años se irá incorporando alguien. Ya hemos hecho, o estamos a punto de conseguir, el Deportivo del 2000, una gran plantilla para unos cinco años.

P. ¿Con tantos extranjeros, no teme que la afición sienta un cierto desarraigo?

R. Los españoles en general y los gallegos en particular hemos sido siempre bien recibidos en los países a los que emigramos. Por eso ahora no le podemos negar a nadie el derecho a venir aquí, y menos a gente que pueda aportar grandes cosas a la vida social y económica' de Galicia. No seré yo quien les mire el carné de identidad a los artistas del fútbol. Ésta siempre ha sido una ciudad cosmopolita.

P. ¿Llegarán a suprimirse los límites para contratar extranjeros?

R. Sería lo normal. Porque además los talentos que vienen de fuera serán los grandes maestros de los niños de aquí.P. ¿Y qué pasará con la cantera?

R. La cantera sufre cuando sube el nivel. Ahora nuestros jóvenes son como el atleta al que se le exige saltar 2,40 metros. Los que no lo alcanzan tendrán grandes dificultades, hayan nacido donde hayan nacido. Eso es fenomenal porque, además, como tenemos grandes maestros, dentro de 15 años se producirá una eclosión de la cantera gallega.

P. El fútbol español vive un momento de euforia económica, pero, ¿no cree que más de uno puede pegarse el batacazo?

R. Todo entraña un gran riesgo porque aquí influyen mucho circunstancias casuales como, por ejemplo, las lesiones. A lo mejor, muchos clubes tendrán dificultades, pero, para evitarlas, lo importante es no comprar en los saldos, sino materias de primera calidad. Es más difícil mantener un club de bajo presupuesto con jugadores mediocres que otro con un presupuesto llamativo y jugadores importantes.

P. ¿No se hastiará la gente por la sobreabundancia de la oferta televisiva?

R. No creo. Esto es como el cine: hay gente que puede ver tres o cuatro películas al día. El gran espectáculo del fútbol está alrededor de la televisión. Y gracias a ella se ha hecho más democrático, ya que permite que una ciudad como La Coruña pueda competir con Madrid y Barcelona.

P. Usted, como político, conoce bien las restricciones económicas que está sufriendo el país. ¿Entiende que en estas circunstancias mucha gente se sienta escandalizada por las fabulosas cantidades de dinero que mueve el fútbol?

R. Me parece absurdo. Un jugador de fútbol, aunque cobre 100 o 200 millones de pesetas, lo rentabiliza, y su valor está en el mercado. Para ser futbolista no hace falta haber nacido en una buena familia o en un país determinado. En ese sentido es un deporte muy democrático. Y los futbolistas también son artistas que reúnen todas las semanas a 100.000 personas.

P. ¿Seguirá Toshack el próxi mo año?

R. No hemos hablado de ello Estamos muy contentos de su actuación porque la temporada está siendo fenomenal. Pero no puedo añadir nada nuevo.

P. Con la temporada que hizo el año pasado, el 95% de los presidentes lo hubiesen despedido.

R. Ya hicimos lo mismo con Arsenio, en momentos de gran tensión, con pancartas en el estadio contra él, y luego acabó viviendo días gloriosos. Toshack cogió un equipo extraordinario, pero ya un poco pasado de años e incluso de ilusiones. Ahora tiene un gran equipo, y ya se ve lo que está pasando.