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Plantón a la autoridad

Los estudiantes evitan el cerco policial para celebrar las vacaciones

Paz Álvarez

Los estudiantes salieron ayer, como es tradición, a celebrar el final de las clases. Y acudieron, como es habitual, a la Plaza Mayor. Allí aguardaban, custodiando todas las entradas, decenas de agentes municipales, dispuestos a cachear a todo aquel sospechoso de llevar entre sus ropas alguna botella de sidra o vaporizador de nieve.Ala vista del estricto control policial, los chavales dieron media vuelta y se perdieron por las calles de la ciudad. Indignadas, un grupo de jovencitas, ataviadas con gorros de Papá Noel, se marcharon a la zona de Argüelles. "Nos vamos donde nos dejen tomarnos una botellita y no nos controlen. Nos han fastidiado la fiesta. Piensan que somos salvajes y que lo vamos a destrozar todo, y lo único que buscamos es un poco de diversión", apuntaba Sonia, de 19 años, estudiante de COU.

Otra chica del grupo, Ana, de la misma edad y curso, explicaba: "Nos han fastidiado la fiesta. Siempre hacen igual, pero hoy la gente les va a dar plantón, porque nos vamos a marchar a otro sitio". "¿Qué quieren, que nos tiremos nieve en agosto? Sólo quieren cortar el rollo", decía Amaya.

Desafiantes también estaban algunos de los tenderos de los puestos de abetos y regalos navideños de la Plaza Mayor. La fiesta estudiantil les obligó a cerrar. "Todos los años tenemos que perder un día de ventas para que la chavalería se emborrache", comentaba uno de ellos. "Y, encima, como hay policía, no hay fiesta", aseguraba otro. Sí que hubo sidra, cerveza y juerga, como todos los años, aunque en distintos escenarios: la Puerta del' Sol, en las calles próximas a Callao, Argüelles, Malasaña...

"La poli nos ha echado de la Plaza Mayor. Tanto cacheo, ¿para qué?", se preguntaba Sergio, un estudiante de tercero de BUP, de 18 años. "Pensarán que somos terroristas", respondía otro, mientras descorchaba una botella de sidra. "Beber un poco no hace mal a nadie", intentaba justificarse el muchacho.

Embriagados

Pero a algunos sí que les afectó el alcohol. Las ambulancias del Samur tuvieron que atender a unos 40 jóvenes con síntomas de embriaguez. Cinco de ellos tuvieron que ser trasladados al hospital Clínico y a la clínica de La Concepción, donde fueron reanimados.. Por otro lado, tres bares de la Plaza Mayor fueron denunciados por la Policía Municipal por vender alcohol a menores de edad.Otra de las zonas elegidas fue Húmera (Pozuelo de Alcorcón), donde se congregaron unos 2.000 estudiantes para festejar el último día de clase, informa Juan Francés. Tomaron las calles, los bares, el parque de la iglesia. En los aparcamientos, abrían las puertas de los coches para que la radio se escuchara bien alto y bien claro mientras preparaban sus brebajes. "Es el día de las pellas y la borrachera final", decía un joven después de pegar un buen trago a la botella de sidra. Los vecinos de la zona se quejaban de la invasión estudiantil.

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Sobre la firma

Paz Álvarez
Periodista especializada en gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, tiene un programa de desarrollo directivo por el IESE. En 1993 comenzó a escribir en la sección de Madrid y, en 1997, se incorporó al diario CincoDías, donde creó la sección de Directivos y ha sido jefa de la sección de Fortuna hasta 2022.

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