Los socios de CiU deciden seguir juntos pese a no superar sus diferencias

Permanecen las diferencias entre Convergència Democrática y Unió Democrática tras la reunión de su comité de enlace, ayer en Barcelona. Las explicaciones del líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, no convencieron a sus socios de coalición, que siguen observando con desconfianza la estrategia aprobada en el XX Congreso del partido democristiano de marcar las diferencias ideológicas y tácticas entre uno y otro partido. Una política que califican de "desleal". Pero unos y otros coincidieron en que la coalición debe continuar para cumplir sus compromisos electorales, tanto en la política catalana como en. la española.

Estos compromisos tienen, en principio, el límite de una legislatura, precisaron dirigentes de CDC, que aspiran a que Pujol tome la iniciativa y prescinda de sus incómodos aliados en vísperas de las próximas elecciones. De lo contrario, señalan, será Duran quien rompa cuando ya no esté Pujol y en las peores condiciones para Convergència.La reunión del comité de enlace duró menos de una hora y media y se inició con una intervención de Jordi Pujol en la que expuso con "franqueza" "claridad" y "contundencia" las quejas de Convergència por el contenido y las formas del reciente congreso de Unió. Pujol centró sus críticas en dos aspectos: la política unitaria que propugna Unió para elaborar y defender las reivindicaciones catalanas de mayor autogobierno y las alusiones al pospujolismo. Pujol dijo que tomaba, nota de que las previsiones de Unió eran romper con CDC cuando él ya no esté.

Imagen deformada

Duran respondió con el argumento de que la imagen que había transmitido la prensa sobre lo sucedido en el congreso había sido deformadora de la realidad y pasó a exponer de primera mano cuáles eran los contenidos de la política de Unió. Tras ambas intervenciones Pujol, aconsejó a los democristianos: que no se entrara en un debate. Hubo una única conclusión: que había que seguir trabajando juntos.Todos los periódicos recogieron que el partido de Duran planteaba su congreso en clave de pospujolismo y por eso ponía el acento en políticas que la distinguían de sus socios de coalición. Duran dijo en el congreso que a Pujol no le sucedería ningún otro líder sino una situación de normalidad en la que entrarían en juego los partidos y nuevas políticas de alianzas.

Las explicaciones de ayer de Duran no convencieron a los nacionalistas de CDC. El secretario general de este partido, Pere Esteve, que informó oficialmente del desarrollo de la reunión, dijo que seguían vigentes los análisis negativos que tanto él como Pujol habían hecho en la última semana de los contenidos del congreso de Unió. Tanto Pujol como Duran, únicas personas que tomaron la palabra en la reunión, "mantuvieron las posiciones conocidas" y esas intervenciones "no aportaron nada nuevo", según Esteve, para quien "la situación de la coalición es la misma" que antes de la reunión; es decir, difícil.

En contra de lo habitual en crisis anteriores, ayer no se lanzaron proclamas sobre la buena salud de la coalición ni hubo declaraciones ampulosas, sobre la voluntad de las partes de fortaler la colaboración. Prefirieron concentrarse en lo único que les une: el trabajo inmediato., "Es el, trabajo de la coalición el que demostrará en la práctica si afectan o no los acuerdos del congreso de Unió", opinó Esteve.