El Madrid pesca en río revuelto

Ese fantasma que el Real Madrid no quería volver a ver en Sevilla, después de lo sucedido la pasada temporada tras caer eliminados por el Caja San Fernando en cuartos de final, paseó de nuevo sus cadenas por la capital andaluza.El Madrid del serbio Obradovic ganó de una manera amarga y agria a los sevillanos del croata Petrovic un partido enquistado casi desde su inicio por factores ajenos al juego. Un extraño mejunje elaborado a base de decisiones arbítrales más que discutidas por propios y extraños, una presión insostenible recibida por la mesa de anotadores desde los dos banquillos y un juego desequilibrado -que a veces era brillante e intenso, a veces intenso y vulgar- posibilitó que el Madrid pescara la victoria en río revuelto, cuando este mismo manantial estuvo a un paso de ahogarlo en sus propias miserias bien avanzado el choque.

El partido comenzó excesivamente escaso de locura y rapidez. Soso, soso. El miedo era mutuo. Este temor del pasado quedó en evidencia cuando transcurrido un cuarto de la primera mitad los madridistas abrieron un contundente 0-8 en el marcador. Era el momento justo de darle chispa al partido y el omnipresente Anderson se echó encima la responsabilidad. En frente, Bodiroga hacía lo propio con los suyos y demostraba su empuje y carácter de líder desde todos los flancos. 19 puntos (máximo anotador del Madrid), 75% de efectividad en tiros de dos, 11 rebotes cinco asistencias, nueve faltas recibidas. Poco más se puede decir de su actuación.

Desde el Caja, Donaldson se empezó a hacer respetar bajo los tableros y Raúl Pérez dijo que su muñeca estaba preparada para apuntalar el aro contrario. En el ecuador de la primera mitad el partido renacía de nuevo (11-12) mientras la actuación arbitral empezaba a abrirse un hueco en el protagonismo. Lo locales comenzaron aquí su particular remontada a base de fulgurantes contraataques del acertado Garrick y de mandar balones interiores a Donaldson.

El comienzo de la segunda parte fue una prolongación de la remontada del Caja, que se fue hasta los 15 puntos de diferencia (59-44). Los aleros Doblado y Raúl Pérez volvían a demostrar que son dos de los mejores tiradores de la ACB. Ahora tú, ahora yo. El desconcierto generalizado del Madrid daba toda serie de facilidades a sus oponentes pese a la atosigante defensa. Ya en el último tramo del encuentro, el Madrid bajó de los diez puntos de desventaja, con más favores ajenos que méritos propios.

Surgió en este instante el protagonisino arbitral. Obradovic grita, gesticula y se ensaña con la mesa protestando a los árbitros decisión tras decisión. Se gana la técnica. A dos minutos del final y con dos puntos de ventaja para los locales, Frank pierde un balón y se le señala una falta en ataque. Desconcierto local. Ya se sabe: a río revuelto, Herreros cuela un triple y adelanta a los suyos, Mientras, en el último suspiro Arlauckas saca la segadora e imPide que Raúl Pérez lance un triple. Petrovic enloquece ante el mutismo arbitral. La verdad está ahí fuera y el técnico croata se la señala con el dedo al colegiado en el mismo lugar de los hechos. El daño quedaba hecho.

Triunfo del Joventut

El Joventut ganó ayer por 74-63 al Taugrés de Vitoria y se convirtió en el séptimo equipo clasificado para la fase final de la Copa del Rey que se jugará del 1 al 3 de febrero en León. Ya están clasificados el Barcelona, el Caja San Fernando, el Estudiantes, el TDK Manresa, el León y el Real Madrid. El último clasificado, saldrá del partido que disputarán el próximo jueves el Taugrés Vitoria y el Cáceres.