Militantes de la CNT destrozan la sede del Consejo Económico y Social para reclamar su patrimonio
El sindicato anarquista CNT eligió ayer el Consejo Económico y Social (CES), la sede de la concertación y el diálogo, para reclamar por medio de la violencia. la devolución de su patrimonio histórico. Un grupo de 117 cenetistas, apoyados desde la calle por otros compañeros, entraron por la fuerza en el edificio y destrozaron todo lo que encontraron a su paso con cadenas, martillos, palos y cuchillos. Los 117 fueron detenidos por la policía, tras unos actos que Gobierno, patronal y sindicatos calificaron de "vandálicos".A partir de las 9.50 de la mañana de ayer, y durante dos horas, la sede del edificio de la calle Huertas se convirtió en una batalla campal, según los testimonios de los trabajadores del CES -unas 60 personas se encontraban allí- y de su presidente, Federico Durán, quien aseguró que los daños ascienden a decenas de millones de pesetas. Tras enfrentarse a los servicios de seguridad, los 117 miembros de la CNT ocuparon el salón de actos y un grupo de ocho o nueve personas recorrió el edificio, planta por planta, y despacho a despacho, causando graves daños.
Rompieron los cristales que encontraron a su paso; destrozaron los ordenadores a martillazos; arrancaron los micrófonos y el servicio de megafonía del salón de reuniones; desparramaron las mangueras del sistema contra incendios; rompieron puertas, y llenaron las paredes de pintadas con insultos al Gobierno, la patronal y los sindicatos. Su objetivo era reclamar el patrimonio histórico que fue incautado a CNT en la Guerra Civil, y que, según el ministro de Trabajo, Javier Arenas, "se encuentra en fase de litigio por parte de sus propios miembros".
Javier Arenas, los líderes de CC 00 y UGT, Antonio Gutiérrez y Cándido Méndez, y el dirigente de CEOE-CEPYME Elías Aparicio acudieron al CES para mostrar su repulsa y comprobar los destrozos. El ministro lamentó unos hechos que considera producto de "la sinrazón de la violencia" y aseguró que CNT 11 en ningún momento" ha solicitado una reunión para tratar el asunto, "lo que demuestra su desprecio por el diálogo". Para Cándido Méndez se trata de "una violencia absurda que deslegitima los argumentos de quienes utilizan esos métodos". Antonio Gutiérrez calificó la actuación como "próxima al fascismo que nada tiene que ver con los trabajadores ni de ayer ni de hoy ni de, nunca". Y Elías Aparicio cree que "ante un puro acto vandálico, sólo cabe exigir responsabilidades ante la justicia".
Fuentes de CNT dijeron ayer que han pedido una reunión reiteradamente y que no se les ha contestado. Una comisión del sindicato afirmó anoche que están dispuestos a acciones "mucho más contudentes" si se sigue sin atender sus reivindicaciones.
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