Hallado un arsenal en el piso que ocuparon dos etarras que atentaron contra Aznar
La policía ha recuperado la pista del comando Madrid, cinco años después de haberlo hecho por última vez con el descubrimiento del agujero donde estuvo secuestrado el industrial Emiliano Revilla. En esta ocasión ha ido a través de un piso franco situado en la calle del Doctor Fleming en el que se encontraron cuatro granadas Meka y 19 fiambreras preparadas como bombas lapa. El apartamento estuvo ocupado por Rufino Arriaga Arruabarrena y Ainhoa Múgica Goñi, que huyeron en abril. A ambos se les relaciona con el atentado que el año pasado estuvo a punto de costar la vida al presidente del Gobierno, José María Aznar. En el piso se halló un plano rudimentario de la calle de José Silva, donde se cometió la acción terrorista.
Agentes de la Brigada de Información de Madrid llegaron al piso del número 51 de la calle del Doctor Fleming tras una denuncia presentada por su propietario por el impago del alquiler, según aseguraron ayer el director de la Policía, Juan Cotino, y el jefe superior de policía de Madrid, Carlos Corrales. El apartamento había sido alquilado por 80.000 pesetas. Tras identificar a los inquilinos como supuestos miembros de ETA, los agentes entraron en la vivienda el pasado 28 de noviembre.El piso estaba deshabitado, pero los investigadores comprobaron que los armarios empotrados estaban cerrados con candados. Los artificieros los abrieron con cautela, ante la posibilidad de que dispusieran de una trampa explosiva, y así se descubrió un arsenal abandonado por ambos activistas.
El arsenal estaba compuesto por un subfusil MAT, dos metralletas Uzi, 1.000 cartuchos, cuatro granadas Meka de 83 milímetros de diámetro. -una de ellas lista para ser activada-,- cinco kilos de amosal, 500 gramos de TNT, 300 de clorato potásico, 19 fiambreras preparadas como bombas lapa y tres ollas de 45, 50 y 60 litros. También había nueve telemandos para activar explosivos, temporizadores, mandos para manejar coches kamikaze (teledirigidos), 31 relojes digitales adaptados como temporizadores, cápsulas de mercurio compradas en España para fabricar lapas y escáneres para captar frecuencias.
Los etarras guardaban también tres pelucas y un llavero con la bandera nacional y el lema España, una grande y libre, que la policía supone que utilizaban para pasar inadvertidos en ambientes ultraderechistas.
Cotino dijo ayer que las investigaciones de la Brigada de Información de Madrid comenzaron hace 10 días, después de que el dueño del piso denunciara que sus inquilinos no le pagaban la renta desde hace ocho meses. Rufino Arriaga y Ainhoa Múgica debieron abandonar precipitadamente el apartamento. El comisario Corrales cree que sospecharon de la reiterada presencia de policías nacionales y municipales en la zona, a la que acudieron en dos ocasiones requeridos por incidentes ajenos al comando Madrid.
El apartamento, situado en la novena planta del número 51 de la calle del Doctor Fleming, cerca de la plaza de Castilla, había sido alquilado en el verano del 1995, es decir, después del atentado con coche bomba que el 19 de abril estuvo a punto de matar al hoy presidente José María Aznar. Sin embargo, en la vivienda, registrada por orden del juez Baltasar Garzón, había un croquis a mano alzada que corresponde perfectamente con la zona y la forma en que se realizó el atentado.
La policía ha encontrado huellas de Arriaga y de Múgica, así como de una tercera persona cuya identidad no ha sido facilitada por Interior. Podría ser Jon Bienzobas Arretxe, de quien se sospecha que asesinó en febrero al ex presidente del Tribunal Constitucional Francisco Tomás y Valiente.
El presidente del Gobierno, José María Aznar, expresó ayer su satisfacción por el descubrimiento de un piso franco de ETA en Madrid. "Vamos a seguir la misma política de acabar venciendo a los terroristas, como es nuestra obligación", afirmó en la conferencia de prensa conjunta con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
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