Tres corazones rotos por el filo de la navaja
La protesta ciudadana contra la violencia juvenil se ha encontrado con el mazazo de un nuevo crimen. La muerte de Alberto Guindo Horcajada, de 21 años, se une a la de otros dos jóvenes que perdieron la vida en similares circunstancias durante 1996: David González Rubio, de 20 años, y David Alfonso, de 17. Los tres fueron víctimas de un azote que, agazapado detrás de un símbolo neonazi o una navaja de doble filo, les sorprendió de noche, en lugares concurridos y sin que nadie les prestase ayuda. A los tres, un cuchillo les partió el corazón.David Alfonso, de 17 años, hijo de emigrantes portugueses afincados en España desde 1974, murió por 500 pesetas. Éste fue el dinero que se le cayó a una amiga suya en la madrugada del miércoles en el ferial de Arganzuela. La moneda fue cogida por un joven que no quiso devolvérsela. Empezó una pequeña disputa que se multiplicó al intervenir un grupo ajeno. Eran unos 15 jóvenes -según los testigos nacional bakaladeros- David y sus amigos saltaron en defensa de sus compañeros. Tras el tumulto, David acabó con un puñalada en el corazón. El presunto homicida era detenido días después en Galicia.
La policía busca, pero no encuentra, a los autores de la muerte de David González, de 20 años, ocurrida la madrugada del domingo 20 de enero de 1996 en el paseo de Moret, en Moncloa. Aquella noche fue empujado violentamente por dos jóvenes. David y tres amigos se enfrentaron a los provocadores. Dieron alcance a uno y empezaron a pegarle. En ese momento llegaron otros dos jóvenes navaja en mano. David recibió un navajazo en el pecho. Los testigos apuntan que eran nacional bakaladeros. Una de las pocas pistas es el rastro del joven a quien David y sus amigos pegaron. Sus heridas, presumiblemente graves, le tuvieron que conducir esa noche a un médico.
Han sido tres crímenes brutales en menos de un año. Pero en 1995 la violencia urbana castigó a otros dos jóvenes. Ricardo Rodríguez, de 20 años, murió en el polígono de copas Costa Polvoranca por mirar mal a un punki. El 14 de octubre de 1995 fallecía David Martín, víctima dé una paliza propinada por una pandilla llamada Los Pastilleros.
Los investigadores, con todo, han permitido dar luz a un submundo prácticamente desconocido en el que se mueven tribus urbanas de nuevo cuño como los denominados nacional bakaladeros (Moncloa), neonazis de grupúsculos clandestinos como Bases Autónomas (Costa Polvoranca) o camorristas admirados por el fascismo (Arganda).
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