La oposición serbia se organiza como alternativa de poder a Slobodan Milosevic
Por decimotercer día consecutivo, miles de personas (50.000 según algunas fuentes) se lanzaron ayer a las calles de Belgrado para protestar contra el fraude electoral y exigir la dimisión del presidente yugoslavo Slobodan Milosevic. Al mismo tiempo la oposición serbia prepara nuevas iniciativas para convertirse en alternativa de poder a Milosevic y poner fin a 50 años de poder socialista. La policía advirtió que, a partir de ahora, actuará con más rigor contra los manifestantes. Cinco miembros de la oposición han sido condenados a prisión por participar en "actos de violencia".
El presidente Milosevic, que se encuentra sometido a una presión sin precedentes desde los movimientos de protesta desde 1992, ha hecho oídos sordos hasta ahora a las exigencias de la oposición, aglutinada en el movimiento Unidos, para que sea anulada la tercera vuelta de las elecciones municipales celebrada la pasada semana y se reconozcan los resultados de los comicios del 17 de noviembre que proporcionaron el triunfo en las grandes ciudades a la oposición. Tampoco cede ante las presiones de la Unión Europea para que corrija el fraude electoral so pena que no sean restablecidas las preferencias comerciales a Yugoslavia (Serbia y Montenegro).Estados Unidos y los socios de Milosevic en el Gobierno (Nueva Democracia) intentan también convencer al presidente de que, por lo menos, anule los comicios municipales sospechosos de fraudulentos. El presidente serbio, sin embargo, ha iniciado una maniobra tendente a dividir a la oposición concediendo que se repitan las elecciones en la localidad de Nis, pero no en Belgrado. Entretanto, han sido detenidos uno de los concejales opositores de Belgrado y cuatro manifestantes acusados de "vandalismo" durante las concentraciones ante la sede de la televisión. Los cinco, según la oposición, han sido condenados a penas de prisión.
La estrategia del movimiento Unidos para convertirse en alternativa de poder se mueve en tres frentes: extender las manifestaciones a otras ciudades, encargarse de la gestión en las siete ciudades donde su triunfo ha sido reconocido y boicotear las sesiones del Parlamento hasta que se anulen las elecciones fraudulentas.
Las autoridades serbias respondieron a Unidos con amenazas por parte de la policía y con informaciones de televisión en las que se acusa a la oposición de "terrorismo". La agencia estatal de noticias Tanjug difundió un comunicado del Gobierno en el que se "advierte a los partidos que celebren manifestaciones públicas que serán responsables exclusivos de cualquier violación de la ley".
[Por otra parte, las tres comunidades de la vecina Bosnia -agrupadas políticamente en la República Srpska (RS) y la Federación croato-musulmana- llegaron a un acuerdo de principio para la celebración de las elecciones municipales en 1997. El acuerdo supone la extensión de la misión de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), que se encargará de supervisarlas, informa France Press.]
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