Camacho pone su cargo a disposición
José Antonio Camacho no aguantó más. Ayer al terminar el partido que su equipo, el Sevilla, perdió contra el Deportivo de La Coruña, puso su cargo a disposición del club. Sus palabras fueron pronunciadas mientras en la tribuna los hinchas le gritaban "fuera, fuera". Camacho fue tajante: "La afición no está con el equipo y a éste le tiemblan, las piernas. Eso significa que algo falla. Y si falla la dirección, ahí estoy yo. Pongo mi cargo a disposición del club por dignidad y orgullo. No admito que se diga que todos tenemos la culpa. Quiero tener la culpa yo. En exclusiva". Reconoció el técnico sevillista que una de las razones de su malestar es que se habían hecho algunos fichajes sin su consentimiento.El presidente del equipo González de Caldas le pidió al técnico que no renunciara: "Ya le dije que esperáramos hasta el mes de diciembre para proporcionarle los refuerzos que él necesite. Yo respeto mucho al técnico". Las diferencias entre entrenador y junta directiva, sin embargo, están vigentes porque al primero no le han gustado los fichajes realizados para esta temporada. "En los últimos 15 días ha habido mucha comunicación entre nosotros dos, esperemos a ver", dijo el presidente. Caldas unió su futuro al del técnico -"tiene mis manos atadas a él"- dijo.
La última adquisición, del club fue Bebeto; quien ayer pasó casi inadvertido en su segundo partido en Sevilla y el primero frente a su ex equipo, el Deportivo de La Coruña. El delantero no hizo un sólo disparo directo al arco de Songo'o y hubo instantes del segundo tiempo en que pasó hasta cinco minutos sin tocar la pelota. Toshack no le puso vigilancia especial.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.