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Safari en la carretera

Los conservadores de las autovías recogen animales perdidos a diario

La odisea de Lassie, el collie abandonado que el jueves corrió dos kilómetros por el carril rápido de la carretera de La Coruña -que tuvo que ser cortado-, ha tenido un desenlace feliz. Sin embargo, la mayoría de sus congéneres no corren esa misma suerte. Acaban planchados sobre el asfalto por miles de ruedas, con el cuerpo reducido a un pellejo. Además de perros, los operarios del Centro de Conservación de Carreteras de la base de Las Rozas rescatan gatos, ciervos, liebres, vacas y caballos de la calzada. Son los animales que vagan al filo de una muerte que viaja sobre ruedas a más de cien kilómetros por hora.

Lassie fue trasladado ayer del Centro de Carreteras al de Acogida de Animales de Las Rozas (45.353 habitantes), que depende de la Concejalía de Medio Ambiente. Los trabajadores del centro lavaron, alimentaron y curaron (tenía el cuello herido porque el collar le iba pequeño) ayer al perro. Aunque el collie ha logrado esquivar la muerte, ahora se enfrenta a otra zancadilla: si le adopta, morirá por inyección letal.

Morita, una perra pastor belga que recogieron de cachorro en una cuneta hace dos años, vigila el centro de carreteras. "La hemos criado con biberón y ahora nos vigila el puesto", cuenta Enrique Garbi, encargado de obra. "Nos quedaríamos con el collie, pero no podemos", añade.

"En la calzada te encuentras animales de todo tipo: conejos, zorros, perros, gatos y demás. Normalmente son perros, y cada día retiras un par de ellos ya atropellados", relata Federico Villagrá, encargado del mantenimiento de la carretera de La Coruña desde hace cinco años, su experiencia diaria en ruta. Los operarios guardan en la memoria rescates variopintos. "Una vez, en la M-30 norte había una pata cruzando por mitad de la calzada seguida de sus nueve patitos. La pata se asustó con los coches y cruzó volando, pero dejó a sus crías. Salvamos a ocho de los nueve patitos, me los metí en el abrigo y salí corriendo de la autovía", recuerda el ingeniero técnico del centro, Carlos Mellizo.

En otra ocasión encontraron un ciervo atropellado en mitad de la Nacional VI. "Era enorme, tenía ocho ramificaciones en cada cuerno, y se lo entregamos a los guardas de El Pardo", añadió ayer Garbi. Lassie aguarda en una jaula del centro de animales de Las Rozas (teléfono 637 5100, llamar a partir del lunes) a su definitivo rescatador.

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