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Los camioneros franceses rompen la negociación y mantienen sus protestas en las carreteras

Las conversaciones entre trabajadores y empresarios del transporte en Francia para intentar poner fin a la huelga que desde hace 11 días paraliza el país se rompieron esta madrugada sin acuerdo. El logro, horas antes, de la jubilación voluntaria a los 55 años había despertado esperanzas sobre una pronta resolución del conflicto, a pesar de que los camioneros mantenían su protesta para conseguir los otros dos puntos de su plataforma reivindicativa: aumento salarial y contabilización como trabajadas de las horas de espera. Las discrepancias sobre el primero motivaron la ruptura.

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Roger Politti, secretario general del sindicato Fuerza Obrera, declaró a los periodistas que las negociaciones se habían roto y que la mediación del Gobierno había acabado, según informa la agencia Reuter."El señor Roger Cros [el mediador gubernamental] ha decidido poner fin a su labor mediadora", declaró Politti. Según él, la ruptura se produjo por la cuestión del aumento salarial. Según fuentes sindicales los camioneros pidieron hasta un 23% de aumento, en tanto que los empresarios apenas ofrecían un punto porcentual.

En consecuencia, los camioneros mantendrán las barricadas y bloqueos de carretera que han puesto patas arriba el transporte no sólo en Francia sino en toda Europa, además de estar a punto de estrangular la economía del país galo. De todas formas, empresarios y trabajadores volverán a reunirse mañana viernes para ratificar los logros alcanzados, sobre todo en lo referente a derechos de jubilación, antes de la ruptura.

Para llegar al acuerdo de rebajar de 60 a 55 años la edad del retiro voluntario, se necesitó un maratón de 20 horas de negociación, la sexta ronda después de más de 50 horas de discusiones en días anteriores. El coste de la medida lo asumen, hasta los 57,5 años empresarios (60%) y trabajadores (40%), quedando luego la financiación a cargo del Estado. El camionero cobrará el 75% de su salarlo bruto, con un mínimo garantizado de 7.125 francos (unas 178.000 pesetas) al mes.

El problema real para avanzar en las relvindicacioes salariales es el propio tejido empresarial del sector del transporte. El 46% de los empresarios transportistas son también el único trabajador de la empresa y el 85% del sector está compuesto de empresas con menos de 10 trabajadores. Dado que en los últimos 10 años los grandes saltos en competitividad se han hecho a base de tecnificar ciertas tareas, de mejorar la red de carreteras y, sobre todo, de reducir los gastos y morder en el margen de beneficios, es improbable que los pequeños transportistas puedan cumplir los acuerdos que algunos creen de firma inminente.

Para acabar de complicar las cosas, las sociedades que más camioneros emplean son la Sernam, Sceta o Calberson, todas ellas con más de cien transportistas. Pues bien, la mayor parte de esos gigantes son filiales de la SNCF, la compañía pública de ferrocarriles franceses.

De momento, las barricadas o bloqueos ya superan los 250 y el número de empresas en huelga o en paro técnico va creciendo. Los departamentos en los que se raciona la gasolina ya no se cuentan, como tampoco se lleva la contabilidad de las gasolineras desabastecidas. Algunas líneas de ferrocarril ayer también entraron en huelga y se sumaron al movimiento, mientras que en el transporte aéreo el seguimiento fue irregular pero comportó la suspensión de entre un 40% y un 65% de los vuelos, según las compañías. Los transportes públicos de Burdeos, la ciudad, de la que es alcalde el primer ministro, Alain Juppé, han anunciado que también piensan, hacer huelga el próximo lunes, lo que colapsaría totalmente una ciudad en la que los vehículos privados ya llevan días sin gasolina.

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