Dueñas contra la quinta de Raúl

Epi se retiró hace ya 17 meses pero continúa siendo el único jugador de baloncesto con el carisma necesario para competir con el tirón de los jugadores de fútbol. Los niños y los menos niños suspiran por las camisetas y los autógrafos de Raúl, de Ronaldo y hasta de Iván de la Peña.El baloncesto, cuya popularidad creció de forma vertiginosa gracias a los buenos resultados de la selección, al éxito de una excelente generación como la que encabezaron Epi, Romay y poco después Fernando Martín, y también al impacto que produjeron los primeros americanos de gran nivel que importó la Liga ACB, experimenta ahora un ligero estancamiento que contrasta con la futbolmanía.

La ACB constata que la afluencia a los partidos de la Liga se mantiene en unos niveles parecidos a los de la pasada temporada -casi 5.000 espectadores de media en cada uno de ellos-, pero apunta dos datos preocupantes para sus intereses: sube la media de edad de los que se acercan a los pabellones y baja el índice de audiencia.

Los clubes de baloncesto ya han iniciado un intento para recuperar la atención, especialmente del público juvenil. En la reciente asamblea de la ACB se presentaron diversos proyectos encaminados a potenciar la práctica y la difusión del baloncesto, entre los que se incluyen acciones dirigidas al Basket Tour (feria itinerante por los colegios), un concurso interescolar e iniciativas para fomentar el baloncesto en la calle.

Pero al margen de acciones de promoción de todo tipo, el mejor reclamo para el baloncesto es, como el de cualquier otro deporte, el que pueda conseguir a través de sus figuras más representativas. Sin embargo, el descenso de nivel competitivo de la selección, que no logró clasificarse para los Juegos Olímpicos de Atlanta, ha influido negativamente en la capacidad de impacto de jugadores como Herreros (27 años), Xavi Fernández (28) y Ferran (28), que por el momento no ocupan el hueco dejado por Epi y también por Villacampa, pese a que éste se mantiene en activo a sus 33 años.

El jugador sobre el que en estos momentos se están centrando las máximas expectativas es Roberto Dueñas, un pívot de 20 años y 2,18 metros que juega en el Barcelona y cuyas estadísticas son mejores que las de los mejores pívots debutantes en la historia de la Liga ACB; es decir, superan a las de Martín, Ferran, Morales, Orenga, Reyes o Andreu. Entre el público no acaban de impactar jugadores que parecían en caminó, como Peral, un alero alto del Real Madrid que actúa en la liga universitaria americana. Pero el baloncesto echa de menos que alguno de sus jugadores más jóvenes, especialmente bases y aleros, marquen la pauta.