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Un sondeo vaticina por primera vez que Fraga perderá la mayoría absoluta

Xosé Hermida

La confortable mayoría absoluta de que dispone Manuel Fraga en Galicia desde 1990 puede correr peligro. Por vez primera, una encuesta vaticina la posibilidad de que socialistas y nacionalistas estén en condiciones de articular una alternativa de Gobierno al Partido Popular (PP) tras las próximas elecciones autonómicas, previstas en principio para el otoño de 1997. El sondeo, publicado ayer por el diario La Voz de Galicia, estima que si los comicios se hubiesen celebrado hace un mes, Fraga obtendría 37 escaños, uno menos que la mayoría absoluta y seis menos que los que tiene ahora en el Parlamento autonómico.El Partido Popular gallego parece tener motivos de inquietud, como admiten en privado muchos de sus dirigentes. Aseguran que las encuestas encargadas por ellos mismos les garantizan por ahora la mayoría absoluta pero a la vez confirman una tendencia descendente en la intención de voto para las candidaturas del PP.

Fraga tiene que afrontar el desgaste propio de siete años de ejercicio del poder, con el coste añadido de los pactos entre el Partido Popular y los nacionalistas catalanes y vascos, que han frustrado las expectativas de los populares gallegos de conseguir un trato especial del Gobierno de José María Aznar.

Duro revés en Pontevedra

Además, la gestión del Partido Popular en algunos ayuntamientos como Vigo -donde ha aumentado los impuestos y apenas ha invertido- también le puede pasar factura ya que, según el sondeo de La Voz de Galicia, los populares sufrirían un duro revés en la provincia de Pontevedra, donde podrían perder dos escaños y más de ocho puntos porcentuales.Si la tendencia se consolidase, la oposición gallega cree que Manuel Fraga optaría por adelantar los comicios autonómicos a la primavera de 1997, aunque el presidente de la Xunta sostiene contra viento y marea que en ningún caso disolverá el Parlamento autonómico antes del próximo otoño.

La encuesta, realizada a partir de 3.200 entrevistas, ofrece un respiro al PSOE y a su recién designado candidato a la presidencia de la Xunta, Abel Caballero, ahora diputado en el Congreso. De una parte, vaticina una subida moderada de los socialistas -de 19 a 23 escaños- y no confirma las grandes expectativas del Bloque Nacionalista Galego que sólo ganaría dos diputados cuando aspira a arrebatar al PSOE el segundo puesto en la liza electoral.

La amenaza de los nacionalistas incluso ha movido al propio Abel Caballero a variar la estrategia de su partido. En los tres últimos años, PSOE y Bloque Nacionalista Galego han actuado como una oposición coordinada, prueba de la disposición de ambos a sellar también una hipotética alianza de Gobierno. Desde hace unas semanas, Abel Caballero ataca con dureza a los nacionalistas y proclama que su objetivo es llegar a gobernar en solitario.

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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