Odriozola contra Vázquez
Descalificaciones personales y acusaciones de intervención del PP rodean las elecciones en el atletismo
El atletismo se ha convertido en un caramelo muy goloso y sus elecciones en las más enconadas del ciclo general que debe completarse en las distintas federaciones españolas hasta el fin de este año. Al presidente desde 1989, José María Odriozola, criticado desde siempre por sus métodos dictatoriales, le ha salido un rival relativamente inesperado, el mandatario desde hace años de la federación gallega, Sergio Vázquez. El aspirante está apoyado por los dos atletas importantes que en su momento se enfrentaron a Odriozola: Sandra Myers y José Luis González. Pero por detrás parece estar el nombre del otro gran enemigo del presidente, su antecesor Juan Manuel de Hoz. Y todo rodeado por un aroma político claro del PP. La campaña está así planteada contra Odriozola con la única descalificación personal importante que se le puede hacer, su carácter prepotente, pero sin que se le puedan discutir sus aceptables resultados económicos y deportivos.
Aunque existe un tercer candidato en discordia, Ignacio Sola, el trabajo del que fue gran pertiguista estará encaminado a reencontrarse con el mundo del atletismo y preparar su asalto definitivo a la presidencia dentro de cuatro años. Sí ha sido significativo que tras varias reuniones con Vázquez para conseguir su apoyo, el que fue recordman olímpico durante unos minutos en México 68 se ha distanciado claramente.
Vázquez acusa a Odriozola de que el "atletismo español está desprestigiado", pero el hecho de que su enfrentamiento con el presidente de la Federación Internacional, el italiano Primo Nebiolo -gran amigo de De Hoz- haya supuesto perder a España fuerza en los cargos directivos internacionales, no significa que haya sucedido lo mismo en las pistas. El 72,4% de las 10 mejores marcas españolas en las 43 pruebas atléticas -22 masculinas y 21 femeninas-, se han conseguido bajo su mandato, desde 1989 a 1996. Y las medallas han sido sonadas, pese a quedar a veces empañadas por el elevado número de atletas que Odriozola se empeña siempre en llevar a las grandes competiciones sin garantía de ser siquiera finalistas.
Es cierto que al último mandatario le favoreció la inyección económica del programa ADO, que prácticamentre se inició con su llegada a la presidencia. Pero no parece de recibo decir, como hace Vázquez, que la clara mejoría de resultados, así como de medallas -según se aprecia, salvo raras ex cepciones, en el cuadro adjunto-, y de finalistas en las grandes competiciones, se ha debido a la inercia del mandato anterior de Juan Manuel de Hoz. Incluso la acusación de que no se cuida la base se cae por sí misma con el mayor número de éxitos en los Mundiales y Europeos jamás conseguidos en categoría júnior.
Resulta curioso que Vázquez votara en las cuatro últimas asambleas a favor de las propuestas de Odriozola y ahora se haya levantado en armas. La anterior batalla electoral la perdió el presidente de la federación madrileña Fernando Palacio con unos argumentos parecidos incluidos los de los votos cautivos de federaciones territoriales o entrenadores que son bien tratados desde la nacional. Pero esta práctica habitual no se sostendría si no se hubiesen producido resultados o hubiese fallado la gestión económica. Pero tampoco esto parece haberse producido. El Consejo Superior de Deportes no tiene quejas y después de gestionar 10.162 millones de pesetas, con 1.500 de recursos propios, la desviación ha sido sólo del 0,26%.
Odriozola se defiende así de las acusaciones de dictador: "Lo que ocurre es que tengo que tomar decisiones y no las rehúyo".
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