Un compacto Estudiantes supera al Cibona en todo
A los equipos croatas les encanta deambular por el filo de la navaja. Afrontan los partidos con clara actitud ludópata y los desnudan de dramatismo. Juegan a ganar, sí, pero el divertirse en la cancha no está en un plano inferior. Por eso se olvidan con demasiada frecuencia de la defensa. Ellos, que por profundidad táctica podrían decidir en esa faceta de complicar la vida al enemigo, prefieren volcar todas sus energías en el ataque. Y cuando, además, éste queda constreñido a los lanzamientos. exteriores, el riesgo crece. Al Cibona, el equipo estandarte de Croacia, le gusta jugárselo a todo o nada. Ayer le tocó perder.Vivió sin sobresaltos el bloque madrileño la mayor parte de los 40 minutos. Dispuso de ventajas más que respetables (31-21, m. -13); 45-36, en el descanso) y sólo se vio apurado cuando al Cibona le salía cara en su pim, pam, pum de triples y encadenaban tres seguidos. Pero ni siquiera en esos instantes el Cibona dio la impresión de que podía con el partido.
O eso creyó, porque el grupo croata, tan imprevisible como siempre, se reservó su mejor puntería desde más allá de 6,25 para los últimos minutos. Todo parecía decidido a favor del Estudiantes, pero la soberbia e infalible serie final de triples del Cibona a punto estuvo de dar la vuelta en el último momento a un partido que había controlado con comodidad el equipo español. Los triples (12 de 36) del Cibona llegaron finalmente. Pero, aunque por poco, ya era demasiado tarde.
En otro encuentro ayer, el Caja San Fernando, también ganó en su visita al Partizán de Belgrado, por 66-72.
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