"Creo que en Barcelona hay más apoyo de las instituciones al teatro"

Dicen que está de moda. Calixto Bieito es ya, a sus 32 años, uno de los directores de teatro con más éxito de los últimos tiempos: le alaban los críticos, le aplaude el público, le llueven los premios y él no para de trabajar. Esta temporada ya se han visto en Madrid dos montajes suyos: El rey Juan, de Shakespeare, y ahora El anfitrión, de Molière, en el Lara. Además de director de teatro, Bieito es licenciado en Filología Hispánica. Y amen de catalán, o "culturalmente catalán", como él se define, es castellano, "de infancia absolutamente castellana". Porque Calixto Bieito nació en Miranda de Ebro (Burgos). Aunque su carrera profesional ha transcurrido en Barcelona. Últimamente Bieito está vinculado al Teatre Lliure, con el que presenta El anfitrión, de Molière.

Pregunta. ¿Qué es lo que ha llamado la atención de los críticos en su forma de trabajar?

Respuesta. Supongo que el trabajo con los actores. Estoy intentando hacer algo diferente.

P. ¿Qué?

R. Trato que el trabajo de los actores sea más natural, que no tenga esos clichés de teatro, que sea más directo, más vivo, de acuerdo con los tiempos que estamos viviendo: las prisas, hay mucho miedo a que el mundo se pare. Yo intento reflejar eso.

P. ¿Hay crisis en el teatro?

R. No.

P. Entonces, ¿por qué todo el mundo habla de esa supuesta crisis?

R. Se habla a veces, si los espectáculos no han funcionado lo suficiente. 0 a veces se cree que no va demasiado público. El teatro es un arte minoritario. No se le puede pedir el mismo poder de convocatoria que pueda tener la tele o el fútbol.

P. ¿Qué es para usted dirigir una obra de teatro?

R. Es explicar algo al espectador. Siempre algo muy concreto. Me permite expresar también cómo veo el mundo. Un director tiene la obligación de decir cómo ve el mundo: si es sucio, si es limpio.

P. ¿Le parece muy distinto el panorama teatral de Madrid al de Barcelona?

R. Tengo la sensación de que es un poco distinto. No poseo datos objetivos, pero creo que Barcelona está mejor teatralmente porque hay más apoyo de las instituciones. Lo mismo que tengo la sensación de que en cine está mucho mejor Madrid.

P. ¿Qué puede decir de El anfitrión?

R. Fue una obra que escogí porque, más que una sensación, yo tenía un mensaje que quería transmitir. Era una sensación física: la sensación agridulce de lo que son las relaciones de pareja.

El anfitrión, en el teatro Lara (Corredera Baja de San Pablo, 15. Metro Callao) hasta el 10 de noviembre. Horarios en cartelera. De 1.500 a 3.000 pesetas.