Muy buena marcha

Nada más lejos de mi intención que recomendar a mis convecinos madrileños que vayan dejando caer objetos personales en los autobuses. Pero es de estricta justicia declarar que si, por accidente, les ocurriera en alguno de la EMT, no se inquieten.Personalmente me siento en la obligación de testimoniar la inestimable ayuda que me prestaron en una situación de esa naturaleza, muy reciente.

Desde el primer conductor a quien recurrí para informarle de la pérdida de una carpeta con apuntes de trabajo, hasta la colaboración de otro, intermediario, que me dio la instrucciones pertinentes para recogerla, y el último, que me la entregó -tras una concienzuda comprobación sobre la propiedad-, todo funcionó perfectamente. Sin olvidar la encomiable prontitud con que, el centro de comunicación que controla el movimiento de autobuses solicitó a los conductores de la línea 74 la búsqueda de la carpeta dicha, extraviada en uno de ellos.

Al final de un itinerario completo, la carpeta estaba en mis manos, después de haber sido retirada por unos viajeros de los engranajes de la puerta de salida donde había estado atrapada durante el trayecto (¡sin caer!).

Públlicamente doy las gracias a la EMT por tan ejemplar personal y por sus no menos estupendos usuarios.-