_
_
_
_

Agotadas las localidades

El teatro municipal de Alcobendas, sede de una compañía privada, logra llenos continuos

Llenar un teatro en Madrid es difícil. Hacerlo en una localidad del cinturón metropolitano, una proeza. Y lograrlo con una ópera, misión imposible. Pero el teatro Ciudad de Alcobendas (87.000 habitantes) lo consiguió con la representación de Madame Butterfly, de Giacomo Puccini, que abrió su temporada de otoño. Con una ocupación me dia del 75%, el teatro de Alcobendas supera a la joya de la Red de Teatros del Estado (INAEM), el teatro de Móstoles (70% de ocupación media). Su programa, sus dimensiones y su nivel de aceptación entre el público han convertido al teatro de Alcobendas en uno de los estandartes de la red de teatros de la Comunidad de Madrid, hasta el punto de con vertirse en el único espacio escénico municipal que es sede estable de una compañía privada: Teatro de la Danza.Desde su inauguración, en mayo de 1995, su aforo se ha cubierto de forma regular, pese a que sus 980 localidades suponen el tercer aforo de la región, tras los de los teatros Real y de La Zarzuela. Mientras algunos de sus hermanos en la Red de Teatros de la Comunidad se debaten entre los problemas económicos y la falta de programación, el Ciudad de Alcobendas tiene el número de abonados más alto de todos. "El sistema de abonos garantiza un descuento, por lo que cada abonado elige lo que más le interesa sin estar obligado a pagar por todos los espectáculos. Este año hemos hecho 100 nuevos abonos, lo que hace que ya tengamos 350", explica Maite Zabaleta, coordinadora del teatro.

Sede estable

Todo esto ha servido para que la compañía Teatro de la Danza acordara con el Ayuntamiento usar el Ciudad de Alcobendas como su sede estable: "Es muy habitual en Europa. Se trata de que una compañía sea titular del teatro a cambio de unas contraprestaciones, como estrenar allí todos sus montajes o realizar actividades de formación", explica Roberto Álvarez, uno de los responsables de la compañía. Teatro de la Danza lleva 19 años fundiendo estas dos actividades para crear espectáculos que, con técnicas de interpretación, ballet y pantomima, consiguen un efecto cercano al que una película de cine mudo genera en el espectador.La compañía se trasladó desde Getafe, donde tuvieron problemas por la demora en la inauguración del teatro municipal, a Alcobendas, donde disponen de espacios escénicos, despachos y aulas: "El teatro llena 1.000 plazas cada vez que abre", afirma Álvarez, quien explica así el éxito del Ciudad de Alcobendas: "Lo que hay detrás es un proyecto para acercarse a un público ávido de una programación digna dentro de sus posibilidades económicas". La estrella de la programación será el estreno en diciembre de El enfermo imaginario, de Molière, a cargo de la compañía titular.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_