Ronaldo y Mijatovic: ¡vaya lujo!
Explotó la Liga de las estrellas. La hinchada española se frota los ojos. Miles de espectadores han asistido en directo este fin de semana a un espectáculo sensacional, adornado con 37 goles. Un repertorio de lujo: la exhibición de Mijatovic el pasado sábado frente a la Real (6-1) incentivó de tal modo a Ronaldo y sus amigos que el Barça fulminó ayer al Logroñés (8-0). El brasileño marcó dos, uno de penalty y otro para el álbum de la Liga. El chico no tiene freno: suma nueve goles en ocho partidos. De su fiesta participa su compatriota Giovanni (4). Y Suker (6). Y Mijatovic y Rivaldo (5 cada uno). La Liga tira confetis. Todos quieren el pedestal de Ronaldo.Enganchado a sus pies, el Barca amenaza con pulverizar todos los récords y lleva una media extraordinaria de 3,6 goles por partido; por 2,1 el Madrid. Frente a los riojanos, los azulgrana jugaron al dictado de la grada, que llegó al Camp Nou con el 6-1 de Chamartín en la retina. A cada gol, los culés exigían otro, y otro, y otro. Y la grada acabó empachada de buen fútbol.
Cerrado el choque del Camp Nou; con Finidi y Alfonso dando brillo al Betis (3-0 al Rayo) y Lopera censurando a Canal Sur -prohibió la entrada de sus cámaras al Villamarín-; y con Balaídos irascible con el Celta (1-1 ante el Racing), la jornada desvió su atención hacia Mestalla. Allí se presentaba un cartel con morbo: Luis Aragonés contra Romario, Francisco Roig, la grada y su equipo de toda la vida.
Pero Luis, viejo y sabio, no se rinde y desde que no ve a Romario ha encadenado tres victorias consecutivas: en Sevilla, Praga y ayer frente al Atlético. Antic apostó por López en detrimento de Solozábal y con 1-0 en contra, el primero fue expulsado. Surgió Luis en estado puro y destrozó al Atlético a la contra (3-1). Y como no podía ser menos, el argentino Piojo López selló el domingo con un gol de portada: un zapatazo desde 50 metros que superó el flequillo de Molina. ¡Qué gozada!
Hasta el Extremadura tira serpentinas por la primera victoria de su historia en Primera División. Ha tardado ocho jornadas, pero ha evitado suceder al Zaragoza como el equipo con más derrotas consecutivas en el almanaque de la Liga: los maños, las víctimas del sábado en Almendralejo, encadenaron ocho derrotas consecutivas en la temporada 1952-1953.
Lástima que Víctor Fernández, un técnico necesario para la salud del fútbol español, quede empañado y en los despachos de La Romareda se discuta su figura. Yosu Ortuondo, su verdugo del sábado, le echó un capote pleno de ironía: "Puede que echen a Víctor porque al fin y al cabo sólo ha ganado la Recopa de Europa". Víctor, que el martes recibe al Madrid, también es necesario en esta Liga de oro.
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