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De la Rosa descarga responsabilidades en La Caixa y Abel Matutes

Javier de la Rosa volvió a declarar ayer ante el Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona acusado de descapitalizar Grand Tibidabo y descargó responsabilidades en La Caixa y Abel Matutes, como anteayer en Manuel Prado. De la Rosa explicó que presiones políticas del ex vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra le impidieron continuar con Tibigardens.

De la Rosa alegó ante el juez que el comprador de la participada de Grand Tibidabo, La Caixa, le "impuso un precio de venta abusivo". También añadió que la caja de ahorros obtuvo plusvalías importantes en la operación puesto que, según él, La Caixa vendió parte de la participación a precio muy superior al que la había comprado a Grand Tibidabo gracias a las presiones políticas. Los precios de esta operación fueron, sin embargo, pactados con anterioridad y de general conocimiento.Según De la Rosa, Abel Matutes, actual ministro de Exteriores, "incumplió" un compromiso con él según el cual debía recomprar el paquete de Banco de Ibiza (8,37%) que Grand Tibidabo, adquirió durante su gestión de la entidad. De la Rosa, que ayer reconoció su participación como accionista en Invaran, una de las empresas que ahora acreditan obligaciones contra Grand Tibidabo, criticó a La Caixa por obligarle a cancelar créditos vigentes.

De la Rosa presumió ante el tribunal de que presentará próximamente un dictamen de la auditora Ernst Young que, según él, demostrará que Grand Tibidabo habría salido de la crisis si la cárcel no hubiera truncado sus planes. La auditora no confirmó haber recibido el encargo.

De la Rosa acusó al ex secretario general de la Presidencia de la Generalitat Lluís Prenafeta y al empresario Armand Carabén de "mentir" al declarar que él se había comprometido a financiar con 1.000 millones de pesetas el diario El Observador.

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