Fomento anunciará antes de fin de año las nuevas autopistas de peaje

Madrid - 16 oct 1996 - 00:00CEST

El Ministerio de Fomento presentará a finales de año la lista de tramos de carretera que pueden convertirse en autopistas de peaje mediante la concesión de su construcción a sociedades privadas. Este listado está sometido a estudios por una comisión interna que trabaja basándose en los informes previos incluidos en el segundo plan de carreteras y en el Plan Director de Infraestructuras (PDI) manejados por la Dirección General de Carreteras, según informó ayer en el Congreso el secretario de Estado de Infraestructuras y Transportes, Joaquín Abril.Abril precisó que la concesión de futuras autopistas de peaje depende de la aprobación de la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos, en la que se arbitran los mecanismos para hacer atractiva a la iniciativa privada la inversión en infraestructuras. Estos mecanismos prevén ampliar de 50 a 75 años la concesión, incentivos fiscales y el anticipo de subvenciones para los trayectos poco rentables. Además, los concesionarios podrán explotar las áreas de servicio.

La comisión interna encargada de decidir qué tramos del PDI saldrán a concesión privada nada tiene que ver con otra, ya disuelta, formada por empresas constructoras, bancos y expertos en financiación privada.

El ministerio descarta revertir la titularidad de las autopistas cuyo plazo de concesión está a punto de expirar porque "no habría dinero suficiente para compensar a las concesionarias", según replicó Abril a la pregunta de una diputada nacionalista vasca.

Recortes en ferrocarriles

Las inversiones en ferrocarriles salen peor paradas a la vista del recorte de 11.000 millones en la mejora de infraestructuras y la reducción de otros 33.000 aplicados al contrato programa de Renfe para 1997.El presidente de Renfe, Miguel Corsini, reconoció en el Congreso que las líneas entre Madrid y el norte "están desastrosas y resulta difícil operar en esas condiciones".. También dijo que la creación del GlF (Gestión de Infraestructuras Ferroviarias) no es un hecho perverso, sino un instrumento financiero para poder ejecutar la línea del AVE Madrid-frontera francesa y al que el Estado aportará 60.000 millones procedentes de privatizaciones.

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