Mamá, ¿qué quieres, una hija o una medalla?"

María Pardo, de 17 años, no resistió más. Dos meses antes de los Juegos de Atlanta dejó el equipo nacional de gimnasia rítmica agobiada por las duras condiciones de entrenamiento. Durante meses trasladó regularmente a su diario, del cual se ofrecen unos extractos, las desgracias que se fueron acumulando para forzarla a llamar desesperada a su casa y decirle a su madre: "Mamá, ¿qué quieres, una hija o una medalla?"La denuncia de la gimnasta -el hambre, la debilidad, los problemas para unas relaciones sentimentales normales... -desvela el precio que hay que pagar por los éxitos olímpicos. Un sistema que convierte a veces en víctimas a los propios deportistas, muchas veces menores de edad.