Barcelona y Prosesa alcanzan los octavos de final continentales
Los azulgrana volvieron a imponerse a los rusos del Kaustic Volgogrado
El Barcelona accedió ayer a disputar la Liga Europea de balonmano. Superó los dieciseisavos de final de la Copa de Europa sin perder la compostura. Los azulgrana volvieron a superar a los rusos del Kaustic Volgogrado, aunque su victoria fue menos amplia que la del partido de ida, disputado también en el Palau Blau Grana el sábado. Aquella vez la diferencia fue de 15 goles. Ayer, el Barça ganó sólo de cinco (29-34). Paralelamente, el Prosesa Ademar de León logró también su pase a los octavos de la Copa de las Ciudades, tras imponerse en el encuentro de vuelta al Stravolou de Nicosia por 35-18. En la ida su victoria fue de 30-17. También en este caso los dos encuentros se disputaron en León.
La amplia victoria del Barcelona el sábado rompió por completo la eliminatoria, pero posibilitó que ayer pudiera presenciarse un buen partido. El Volgogrado estaba ya libre de presión y pudo poner en juego todo su potencial, sin la tensión de asegurar un resultado. Sabían de antemano que estaban eliminados y que lo único que les restaba era dejar una buena imagen en Barcelona. La que corresponde al campeón de la Liga de Rusia. El Volgogrado no pudo evitar que los azulgrana volvieron a mantener bajo control el encuentro. Sus distancias llegaron a ser tan solventes, que Valero Rivera, técnico azulgrana, pudo permitirse el lujo de mover el banquillo despreocupándose del resultado. La máxima diferencia azulgrana fue de 11 goles (32-2 1) a los 49 minutos de juego.
Por el Barcelona el máximo goleador fue Urdangarín, con 11 goles. También marcaron: O'Callaghan (2), Schepkin (2), Garralda (1), Barbeito (2), Guijosa (8), Fernández (3), Ortega (4) y Espar (1). En el Kaustik destacó la efectividad de Pogorelov, con nueve goles.
Victoria del Granollers
Por otra parte, el Granollers debutó ayer en la Copa EHF y lo hizo superando al Beynoise de Bélgica por 24-19. El Granollers, que estuvo flojo en defensa y tuvo ráfagas de cierta inseguridad, alcanzó incluso una ventaja de siete goles a un minuto del final. Pero dos acciones desgraciadas en su ataque permitieron a los belgas irse con sólo cinco goles de diferencia.
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