PRODIGIOS MENORES
En el mundo de la música clásica, la minoría de edad es un grado, al menos en términos de mercadotecnia. Así, la violinista asiática Vanessa-Mae ha despachado varios millones de copias de sus discos antes de cumplir los 18 años. Pero ahora es el turno de la estadounidense Sarah Qin, que tiene 13 años y toca maravillosamente el oboe. La joven prodigio está desarrollando una doble carrera: graba partituras de Strauss, Sibelius y Mendelssohn, a veces en llamativas transcripciones realizadas por Luciano Berio; al mismo tiempo, está preparando Oboe-di, oboe-da, una colección de canciones de los Beatles, y una colaboración con el grupo Foo Fighters, humorísticamente titulada Alternative grunge oboe. Una adolescencia muy productiva, sin duda.-
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