"Ahora, Madrid tiene un aura de dureza"
María Ruiz, murciana de 48 años, es una de las pocas directoras de teatro que trabajan en España desde hace tiempo. En su caso puede presumir de haber aprendido en la mejor escuela y con los mejores maestros: comenzó de la mano de Adolfo Marsillach, luego de la de José Luis Gómez y también de José Carlos Plaza. Ellos le enseñaron sobre la marcha, encima de un escenario, que siempre pertenecía al Centro Dramático Nacional. María Ruiz entonces ejercía con ellos de ayudante de dirección. La oportunidad de dirigir sola le llegó con 35 años. Su labor se ha extendido a la docencia, como maestra en el Laboratorio de Willyam Lyton, una de las escuelas de teatro con más prestigio. El último trabajo de María Ruiz como directora es la María Estuardo que se representa estos días, protagonizado por Nuria Gallardo y Angela Castilla.Pregunta. ¿Porqué hay tan pocas mujeres que dirigen obras de teatro?
Respuesta. Ahora hay más. Antes escaseaban por la sencilla razón de que había pocas mujeres dirigiendo cualquier cosa. El nombre de director o de directora ha echado para atrás a las mujeres durante un tiempo.
P. Usted ha estado vinculada al teatro público y conoce el sector privado. ¿En cuál trabaja mejor?
R. El teatro público da una enorme comodidad porque tienes una cuna. Cuentas con recursos personales y materiales importantes y una cobertura de todo tipo. En el teatro privado lo tienes que hacer todo tú. Trabajas mucho más en lo privado.
P. ¿Hay más libertad en el ámbito privado o es un tópico?
R. Un poco tópico sí es. Estás muy, muy mediatizado, porque necesitas que el producto se venda y pueda salir. Hay una libertad de lo público y otra de lo privado.
P. ¿Por qué María Estuardo?
R. Es una de esas obras que tenía yo en la lista que todo el mundo tiene para dirigir. Yo quería empezar con esta nueva compañía de Teatro del Olivar con una obra contundente.
P. ¿Sería capaz de dirigir una obra en un teatro comercial?
R. Pues he hecho dos cosas de ésas, pero las dos me han salido tan mal que ha sido como una especie de antídoto.
P. ¿Por qué es tan complicado presentar un montaje en Madrid?
R. Es complicadísimo por muchísimas razones. Hay una asistencia irregular del público, hay demasiadas cosas en Madrid, quizá poca publicidad. Si pones ahora una cosa en el teatro de pronto puede ir bien, de pronto puede ir mal. Ya se oye a mucha gente decir que Madrid es terrible; a no ser que vengas con cosas de risa. Madrid tiene ese aura ahora mismo de dureza, las compañías prefieren hacer giras antes que venir aquí.
María Estuardo, en el teatro. Albéniz (Paz, 11; metro Sol), hasta el 13 de octubre. A las 20.30. Domingo, 19.00. 2.000 pesetas.
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