Sáenz de Santa Maria declara hoy como testigo en el 'sumario Sokoa' a petición del etarra Josu Ternera
El teniente general José Antonio Sáenz de Santa María declara esta mañana en calidad de testigo ante el juez Gómez de Liaño por unas declaraciones que realizó a EL PAÍS en 1995, en las que irónicamente se autoinculpaba de cinco delitos en relación con la operación antiterrorista que culminó con el descubrimiento de los archivos de ETA en la cooperativa Sokoa, en el sur de Francia, en noviembre de 1986.
La comparecencia se realiza a petición de José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, Josu Ternera, que fue número uno de la organización terrorista desde la muerte de Txomin Iturbe hasta su detención en febrero de 1989, y que está procesado en el caso Sokoa.
El general afirmaba que al camuflar un transmisor en unos misiles vendidos a ETA -forma en la que se descubrió Sokoa- realizó tráfico de armas, delito fiscal, colaboración con banda armada, entrada sin permiso en la cooperativa y derribo de un tabique. Y se preguntaba si eso eran delitos cuando la lucha antiterrorista vivió durante un año de tal descubrimiento.
Josu Ternera, que fue máximo dirigente de ETA desde la muerte de Txomin Iturbe hasta su detención en febrero de 1989, fue interrogado ayer en relación con su participación en los principales atentados de ETA en 1987. Concretamente los cometidos contra Hipercor de Barcelona -21 muertos y 45 heridos-, contra la refinería de Enpetrol en Tarragona, el asesinato del subteniente de la Guardia Civil Cristóbal Martín Luengo, y el secuestro del empresario vizcaíno Andrés Gutierrez Blanco, ambos en Bilbao.
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