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Trampa contra Lady Di

El diario sensacionalista 'The Sun' difunde un video con la princesa Diana y su amante, y reconoce después que se trata de un montaje

Isabel Ferrer

La última entrega de la azarosa vida de Diana de Gales era una película muda de 80 segundos de duración y filmada en secreto, entre 1987 y 1991, en su domicilio campestre de Highgrove. El vídeo recogía una supuesta escena amorosa entre Lady Di y su amante Ja mes Hewitt cuando la princesa aún estaba casada con Carlos de Inglaterra. Presentada como una superexclusiva por el rotativo sensacionalista The Sun, la cinta ha resultado ser "una estafa perpetrada por in geniosos, timadores". La propia Redacción del periódico reconoció anoche, abochorna da, haber sido víctima del ",mejor timo de la década". Pero la película, difundida ayer por las televisiones de todo el mundo, incluidas las españolas, ya había provoca do una auténtica conmoción.Las disculpas públicas del diario sensacionalista a los dos afectados no pudieron acallar las críticas sobre los métodos utilizados por la prensa amarilla británica para vender más ejemplares. La veracidad de las fuentes de información y la forma de comprobarlas tampoco escapó a la polémica. Desde la residencia de Diana se subrayó que la princesa no se reconocía a sí misma en la película.

La propia Diana ya reconoció hace meses en televisión que, estando casada con Carlos, había mantenido relaciones íntimas con el militar James Hewitt, su profesor particular de equitación. Relajada y alegre, la supuesta Diana aparece en la falsa película despojándose de una camiseta y quedándose en ropa interior. El supuesto Hewitt bromea para auparla a su espalda en un leve trote que concluye con el derribo de la amazona. La última escena reconocible es un beso apasionado en un sofá.

La difusión inicial del vídeo levantó ayer en el reino una verdadera polvareda sobre quién había ordenado que la pareja de amantes fuera espiada cuando el matrimonio de Diana con Carlos de Inglaterra se iba a pique. Como precedente, cabe señalar que la princesa siempre había sospechado que era espiada. "Las cartas no llegaban y las citas eran anuladas", aseguró ella misma a la BBC. Sus sospechas crecieron hasta tal punto que acabó señalando a los servicios secretos (MI-5) y a los comandos especiales del Ejército entre los posibles burladores. "El enemigo [el equipo de Carlos] quería poner a la opinión pública en mi contra. Mi marido tendría así más ases en la manga que yo", concluyó Diana.

Hewitt, que combatió en la guerra del Golfo y ahora está retirado del Ejército, también ha dicho repetidas veces que él y Diana fueron blanco de "operaciones ilegales" por parte de las fuerzas de seguridad. Una cosa es cierta: Diana de Gales ha estado siempre rodeada de guardaespaldas durante su aventura palaciega con la casa de Windsor. Incluso en momentos de ocio la acompañaba una pléyade de empleados contratados sólo para protegerla de posibles atentados.

The Sun tenía ayer la osadía de especular sobre quién podía haber espiado a la pareja. El principal sospechoso sería el propio principe Carlos, en un intento de probar que Diana cometía adulterio, por lo que habría ordenado la filmación. Hasta Buckingham Palace salió ayer al paso de dicha es peculación: "La princesa mis ma . reconoció que veía a James Hewitt cuando habló para Panorama antes del divorcio. ¿Cómo podría entonces haber se usado en su contra?", espetó uno de sus portavoces. Para el diario amarillo, el segundo sospechoso era el MI5.

El rotativo explicaba ayer que recibió la cinta el pasado viernes. El intermediario -afirmaba- fue un abogado norteamericano que aseguró que actuaba en nombre de un grupo de soldados o guardaespaldas dirigidos por el sargento. "Iba a ser usada Papelícula] contra la princesa si se empeñaba en obstaculizar el divorcio. Siempre creyó que la espiaban y aquí está la prueba", dijo el misterioso emisano o estafador. Este intermediario no se identificó ante los periodistas.

Dispuesta a preservar mejor su intimidad, Diana instaló hace tiempo en sus teléfonos particulares aparatos que originan interferencias en caso de pinchazo. La princesa cambia los números con frecuencia y utiliza aparatos portátiles al aire libre, a veces en plena noche. "Se siente siempre espiada y cree que todo lo que hace y dice- es. anotado", ha contado uno de sus amigos.

Vestida de rojo y con media sonrisa, Lady Di acudió ayer a una cita benéfica. sin su anillo de compromiso. James Hewitt se limitó a un "sin comentarios" a las puertas de su casa de Devon. El caso, sin duda, acabará en los tribunales.

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