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Un campo de batalla segado

El alcalde de Torres multa a su antecesor por tirar césped frente al Ayuntamiento

Vicente González Olaya

La vida políca en Torres de la Alameda (3.800 habintes) no es fácil. Desde hace cuatro años, las desavenencias ideológicas y urbanísticas en este municipio se solventan o en los tribunales o en la casa de socorro. Vecinos y concejales se enfrentan con demasiada frecuencia. De hecho, el portavoz del PSOE, Antonio Rodríguez del Barrio, alcalde hasta 1995, ha perdido la cuenta ya de las veces que ha tenido que declarar ante los jueces. "Pero todas las denuncias las he ganado", explica con decisión. Lo que niega a renglón seguido el actual regidor, Francisco Acedo , del PP."Tengo sobre mi mesa la última sentencia. Por supuesto, la ha perdido, como tantas otras", le replica.La última desavenencia ha traspasado los ámbitos judiciales y sanitarios y ha llegado a los cubos de basura. Acedo ha multado con 125.000 pesetas a su oponente político por tirar dos bolsas de hierba frente a la Casa Consistorial hace dos semanas. El alcalde lo explica: "Rodríguez lo ha hecho porque dice que hemos eliminado los contenedores de escombros de las afueras. Parece no recordar que hay cientos de contenedores para residuos orgánicos distribuidos por las calles del pueblo. Ha tirado las bolsas para montar jaleo, pero se equivoca. Le aplicaremos la ley y tendrá que pagar. Yo firmaré la multa".

Rodríguez del Barrio le responde: "El Ayuntamiento está obligado a recoger los escombros y los productos no domiciliarios que se producen en las viviendas. En 1993, cuando yo era alcalde, coloqué 15 contenedores para muebles viejos, restos de jardín y escombros a las afueras. Pero Acedo los ha quitado, y ahora la gente tiene que depositar las basuras en los caminos y contaminan el medio ambiente. Cada vez que tenga restos de jardín o muebles se los pondré en la puerta. Y, por supuesto, no soy responsable del tenso ambiente".

El ambiente al que se refiere Rodríguez del Barrio -y que Acedo niega: "Las cosa están mucho más calmadas ahora"- lo ha vuelto a reavivir una reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia que da la razón al ex regidor socialista sobre un litigio urbanístico con un vecino en 1993. En aquellos momentos, la Guardia Civil tuvo que intervenir para permitir que las excavadoras derribaran una construcción ilegal porque unos 300 torresanos se pusieron delante de las máquinas. En marzo de 1994, 63 vecinos fueron juzgados por insultar al alcalde. En abril de ese año, un ciudadano propinó un garrotazo a Rodríguez. En enero de -1995, 20 vecinos se encadenaron a la valla de Una finca para evitar que el Ayuntamiento abriese una calle, y en septiembre, ante las discrepancias locales, el Ayuntamiento tuvo que convocar un referéndum para decidir si celebraba el toro embolado. Y ahora, los cubos de basura.

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Sobre la firma

Vicente González Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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