El CSD abre una investigación sobre las lesiones de tres gimnastas

El Consejo Superior de Deportes (CSD) ha abierto una investigación sobre la lesiones que sufren las gimnastas del equipo nacional Gemma Paz, Diana Plaza y Beatriz Sánchez Covisa. El CSD se puso ayer en contacto con el presidente de la Federación de Gimnasia, Jesús Méndez, y con el entrenador de las deportistas, Jesús Carballo. Sobre las gimnastas hay informes médicos que aseguran que sufren lesiones graves en su columna vertebral y que han llegado al límite de su salud.En uno de los casos que se investigan, el de Gemma Paz, el informe desaconseja que siga en actividades de Deporte de élite. A pesar de ello las tres gimnastas han seguido hasta ahora su régimen de concentración con el resto de sus compañeras.

El CSD, tras mantener los primeros contactos con las partes afectadas en el conflicto, hizo una declaración de intenciones: "Los éxitos de los deportistas son importantes, pero mucho más lo son las personas y su salud".

Otra cuestión fue la reacción del presidente de la federación, que trató de averiguar qué tipo de información estaban difundiendo los familiares de las gimnastas. Méndez ha presionado a las familias para que eviten sus contactos con los medios de comunicación. Ayer, EL PAÍS trató de ponerse en contacto con Méndez pero en la federación informaron que no pasaría por su despacho y que a continuación emprendía un viaje.

El caso de Gemma Paz es el más significativo de las peculiaridades que ofrecen la gimnasia, una de las sociedades más cerradas del mundo del Deporte.

EL PAÍS ha sabido, a través de fuentes del equipo nacional, que la lesión de Gemma Paz data del mes de enero pero que fue en julio pasado cuando se agravó peligrosamente. La familia de la gimnasta tiene un informe con fecha de enero en el que se recoge que los médicos ya detectaron una espondialisis degenerativa en la espalda de Gemma. Pero fue en el mes de julio, el día 5, cuando la lesión de la deportista que se encontraba concentrada con la selección olímpica en el rancho de Bela Karoly empeoró. Allí Gemma sufrió dos caídas consecutivas cuando se entrenaba en la barra. La atleta se quejó de fuertes dolores en la zona lumbar. Allí fue reconocida por Luis González Lago, el médico de la selección en' ese momento. González Lago informó que Gemma sufría un pinzamiento en el nervio ciático. A pesar de ello y de los dolores que padecía, la gimnasta prosiguió con su preparación para los Juegos Olímpicos sin que se le realizaran exámenes complementarios. El día 12 Gemma viajó desde Houston hasta Atlanta y aunque no pudo participar a causa de la lesión en las pruebas de suelo sí concurso en las paralelas. Según fuentes médicas, los riesgos para su salud fueron elevados porque los saltos que estaba obligada a dar repercutían sobre las vértebras afectadas.

La lesión de Gemma se agravó hasta tal extremo que llegó a tener una de sus piernas adormecidas y al caminar desplazaba hacia el exterior su pie. Eran los síntomas que padecía tras regresar de los Juegos. Todavía ningún especialista había examinado su espalda. Gemma se marchó de vacaciones con su familia sin que fuera sometida a ningún reconocimiento. No se tuvo en cuenta que la deportista ya sufría antes de la caída en Houston un problema óseo degenerativo. La familia reclamó en varias ocasiones a la federación que su hija fuera explorada. La niña seguía sufriendo graves dolores. El presidente Jesús Méndez respondió: "No podemos hacer nada porque la gente en el mes de agosto está de vacaciones".

No fue hasta el 23 de agosto cuando Gemma acompañada de Diana Plaza y Beatriz Sánchez Covisa acudió a los servicios médicos del CSD para una revisión. Allí se comprobó que la lesión de la gimnasta se había agravado peligrosamente para su salud. Los médicos del CSD enviaron un informe a la federación en el que indicaban que Gemma no debía de seguir practicando deporte de alta competición. La familia de Gemma aún tardó muchos días en conocer los problemas de su hija. Como el resto de los padres de las atletas recibieron los resultados dos semanas después de realizar las pruebas. Luego, una semana de espera para que el presidente de la Federación explicara personalmente la situación.

La llegada de África López a los servicios médicos de la Federación de Gimnasia activó la situación clínica de Gemma. En los últimos días la deportista ha sido sometida a pruebas preoperatorias. La federación habla de que en los próximos días debe ser operada y de que antes viajará a Francia para ser observada por Roy Camile, que ya trató a Ana Bautista.

Gemina, a preguntas de EL PAÍS declaró el martes que no sabía lo que tenía: "no me dicen nada". La federación justifica la ignorancia de la gimnasta con el argumento de que no hay que preocuparla y que su presencia en la concentración es necesaria para mantener su moral. "Si la sacamos de allí se vendrá abajo", dice Méndez. África López asegura que la atleta sólo puede hacer rehabilitación. Y Jesús Carballo, su entrenador, insiste en la necesidad de que "no pierda el tono muscular" por lo que debe hacer abdominales y estiramientos. Pero la lesión de Gemma es definitiva. Tras la operación deberá permanecer alrededor de un año de rehabilitación. Entonces habrá cumplido 16 años, quedarán tres para los Juegos de Sidney y de la factoría Carballo ya habrá salido otra niña que como Gemma sorteará como pueda las lesiones que marcan para siempre a las gimnastas.