Lo Ideal contra Ronaldo, rezar
Ronaldo aterroriza. Sobre todo a Heynckes, técnico del Tenerife. Así lo demostró éste en el Camp Nou, donde resucitó una añeja y desgastada figura, la del perro de presa. Y encomendó a César Gómez la tarea. No supo encontrar mejor antídoto contra el espectáculo. Y el chaval, cual moderno Mangriñán, cumplió. Ronaldo no marcó y César recibió la felicitación de su técnico. Pero el defensa no dudó en hacer público el éxito de su secreto: "Ronaldo es un genio, un crack. ¿Que cómo le he parado? Rezando, rezando mucho. Marcar a Ronaldo es como jugar cinco partidos seguidos".San Mamés mengua. Hay quien en el Athletic suspira por un nuevo campo. Pero no lo necesita. Porque el que tiene, además de histórico, es manejable. San Mamés menguó en el derby. Así lo decidió Luis Fernández, que creyó conveniente robarle al césped cuatro metros. Queda la duda de para qué sirven estas cosas. Las pizarras, que de vez en cuando empequeñecen el fútbol, son capaces de hacerlo también con la hierba. En Alicante ocurrió algo similar, aunque allí estuvieron más comedidos. El hurto al césped sólo fue de dos metros. Por cierto, el Athletic y el Hércules perdieron.
Peligrosas celebraciones. De lujo fue el zapatazo que soltó Craioveanu en el derby, limpiando con él la escuadra y congelando San Mamés. Y al hombre le dio por celebrarlo regalando al público unas espectaculares reverencias. Este, a su vez, le agradeció el detalle arrojándole todo tipo de objetos, de variada solidez. En vista de los hechos, Craioveanu decidió abandonar el escenario, no sin despedirse del enojado público con un sonoro corte de manizas.
Frenético Capello. Fue como la llegada del apocalipsis. Se escapaba el balón del área del Madrid y Hierro quedó lesionado. Maltrecho se fue tras la portería, donde acudió veloz el masajista. En qué momento. La transformación de Capello fue como la del increíble Hulk. Comenzó el italiano un extraño ejercicio repleto de gritos, aspavientos, saltos, puñetazos al viento, maltrato a su chaqueta... El público asistía perplejo a la función. El enfado de Capello estaba justificado, pues el posterior regreso de Hierro al césped podría romper un posible fuera de juego del rival. El jugador, tras el partido, prefirió no hablar del tema Por si acaso.
El Oviedo, de pasarela. La moda no se olvida del fútbol. Y costumbre es hoy en día cambiar la segunda vestimenta de los equipos. El Atlético ya se tiñó en alguna ocasión de blanquiazul, recordando sus pretéritos primeros tiempos. Y ayer el Oviedo volvió a enseñar el último grito: camiseta negra, pantalón con ribetes amarillos y medias negras. La guinda la puso el argentino Gamboa, que se disfrazó de bandera al adornar todo aquello con unas fluorescentes botas amarillas.
Todos a la cárcel. Es esta la Liga del improperio. Hasta ayer se habían oído palabras duras, malsonantes, todas con destino a los árbitros., Y como no pasa nada, Pedro Nieto, presidente del Extremadura, se subió al carro. Pero lo hizo a lo bestia, con barriobajera saña. Lo hizo así: "Son todos unos cuatreros y unos mafiosos. Y me quedo corto. Deberían estar en la cárcel, que es donde están los ladrones. Me sancionarán por esto, pero a quienes hay que sancionar es a los árbitros y a los de su organización. Ahí, a todo Dios".
Lo que duele un duro (antiguo). Va a ser este un buen momento para acabar las obras de Riazor. Porque al estadio del Deportivo le van a echar el cierre. Una moneda impactó en el ojo del árbitro, Llonch Andreu. Y con enorme fidelidad lo reflejó el trencilla en el acta, señalando que, se trataba de un duro. No se le olvidó resenar, entre paréntesis, una matización no exenta de importancia: el duro era de los antiguos. La policía detuvo el desprendido lanzador. Tiene 14 años.
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