La vieja guardia de Santos da el triunfo al Celta sobre el Oviedo

La vieja guardia del Celta propició a Fernando Santos un resultado de efectos demasiado terapéuticos para lo verde que anda aún la temporada. Ante las dificultades que el técnico del conjunto vigués encontró en los primeros partidos del campeonato para colocar sobre el césped a tanto jugador nuevo como ha fichado, la apuesta consistió en alinear a la base del equipo del curso pasado, aquel que no conocía la derrota en Balaídos.

El saldo fue una victoria al estilo de antaño, cómoda incluso, que rompe la racha de buenos resultados que el Oviedo venía consiguiendo lejos de su terreno.

Con Chemo Del Solar, Mostovoi, Revivo y Prieto en el banquillo y el brasileño Mazinho y Javi González como únicos hombres de campo que representasen al nuevo Celta, el equipo gallego se reconoció a sí mismo y perdió la prepotencia que había tenido en los últimos partidos.

Fue suficiente para deshacerse de un Oviedo que acusó en exceso las bajas de Onopko y Paulo Bento. Un par de fallos en la zona ancha, aquella donde se fraguaba el fútbol del Celta, sobraron para que los de Vigo encarrilaran el encuentro antes de que terminase el primer tiempo.

Con la vieja guardia sobre el césped de Balaídos era lo lógico que un emblema de la historia reciente del Celta como el serbio Gudelj protagonizara el resultado. El bosnio recibió un par de balones en el área y resólvió el partido en apenas media hora.

La inseguridad del guardameta francés Dutruel y un contraataque que culminó el oviedista Oli cuando comenzaba la segunda parte del partido, hizo temer a Balaídos por el resultado. Del campo se fue Eusebio y el Oviedo agarró la pelota, pero Del Solar recogió un pase de Sánchez un cuarto de hora más tarde y zanjó finalmente el compromiso.