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Arantxa, atrapada entre Graf y Seles

La española ha perdido 7 finales de 9, y 4 de ellas contra las número uno

Siete derrotas en nueve finales no es un balance alentador. Arantxa tiene motivos para sentirse preocupada, aunque lo niega. Tanto ella como su entorno afirman, y con razón, que la actual está siendo una brillante temporada. "De acuerdo, ha perdido siete. Pero también hay que valorar que ha llegado a nueve, y dos de ellas del Grand Slam", aseguran. Son afirmaciones incuestionables. No se le puede decir a Arantxa que su temporada ha sido mala. Pero todo el mundo espera tanto de ella, que hay algunas derrotas que no se comprenden fácilmente. Su disculpa fundamental es que de las siete finales que ha perdido, cuatro las ha cedido a Steffi Graf (Roland Garros y Wimbledon) y a Monica Seles, las dos números uno mundiales.Perder contra ellas está justificado. Al fin y al cabo, a estas alturas Arantxa debe tener plena conciencia de que esas dos tenistas han marcado de forma inequívoca toda su carrera profesional. Contra ellas se ha tenido que enfrentar constantemente y contra ellas ha debido irse abriendo camino, hasta convertirse en tricampeona del Grand Slam y número uno mundial. A lo largo de su carrera, Arantxa ha perdido el 50% de sus finales (ha disputado 64 en total) contra Graf y Seles. Y sólo les ha ganado el 29% de sus títulos (o sea, 7 de los 24 títulos que posee).

Su historial personal contra estas dos jugadoras no deja demasiadas dudas. Arantxa ha ganado a Graf 8 veces en las 36 ocasiones en que se han enfrentado (22,2%). Y ha vencido a Seles una vez en 14 duelos (7,1 %). Arantxa no gana a Graf desde que logró uno de sus triunfos más bellos en la final del Open de Estados Unidos de 1994. Y no supera a Seles desde 1992.

Demasiadas veces le han cerrado el paso al podio como para no tenerlo en cuenta. Son una constante para Arantxa. Siempre están ahí, en las grandes finales. Y el mayor mérito de Arantxa es indudablemente llegar a enfrentarse a ellas con la constancia que lo ha hecho. Por tanto, perder contra estas dos grandes jugadoras se justifica por sí solo.

Más difícil es explicar sus derrotas frente a Iva Majoli en la final de Tokio, Lindsay Davenport en los JJ 00 de Atlanta y Kimiko Date en San Diego. Y aún más frustrante le debe de resultar a la española haber perdido esta temporada frente a la norteamericana Chanda Rubin en los cuartos de final del Open de Australia, ante Karina Habsudova en la segunda ronda de Cayo Vizcaíno, frente a Irina Spirlea en las semifinales de Amelia Island o ante la surafricana Amanda Coetzer en la primera ronda de la Copa Federación.

"No siempre puedo ganar", repite Arantxa. "El problema es que la gente se ha acostumbrado a verme ganar y ahora le cuesta verme perder". ¿Será ésta una cara de Arantxa que se verá de forma más habitual? Es posible. La tenista española no bajará nunca su listón, pero difícilmente lo subirá. Y hay algunas jugadoras de la última generación que llegan con un tenis más agresivo y con una constancia similar a la suya.

Ahí está ubicada su batalla actual. Frente a tenistas como Davenport, Majoli, Habsudova, Hingis, Rubin, Spirlea o la misma Anke Huber mantiene buenas opciones si es capaz de seguir rindiendo a su máximo nivel. Ante Steffi Graf o Monica Seles cada vez quedan más evidentes sus limitaciones.

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