El otro milagro de Fátima

La primera ronda de las competiciones europeas ha dejado una huella imborrable: la clasificación de todos los equipos de la Península Ibérica. España y Portugal son los únicos países que han clasificado a todos sus representantes y, además, han visto como sus embajadores en la Liga Europea -Atlético y Oporto, respectivamente- han sumado su segunda victoria. En las grandes ligas han caído Parma (Italia), Arsenal y Aston Villa (Inglaterra), Montpellier y Lens (Francia), Celtic (Escocia), Bayern Múnich (Alemania), Dinamo de Moscú (Rusia), Roda (Holanda) y Molenbeek (Bélgica). Mientras, la Península Ibérica mira de reojo a Fátima.No es la primera vez que el fútbol español hace pleno en Europa, pero el caso portugués es extraordinario. Tan singular que hacía diez años que el fútbol luso no se exhibía de tal forma. Fue en la temporada 1986-1987, cuando Oporto (Copa de Europa), Benfica (Recopa), Guirnaráes, Sporting y Boavista (los tres en la UEFA) pasaron la primera ronda. Justo los mismos equipos y en las mismas competiciones que esta vez. En Portugal se frotan los ojos: en la edición 86-87 el Oporto fue campeón de Europa.La explosión de los equipos portugueses comenzó el pasado martes en la Copa de la UEFA. Boavista y Sporting de Lisboa eliminaron al Odense (Dinamarca) y Montpellier (Francia). Lo hicieron sin brillantez, pero con eficacia. La gran sorpresa de la jornada la dio el Vitoria de Guimaráes, que se deshizo del poderoso Parma. Con un equipo modesto, en el que destacan dos ilustres veteranos -el ex guardameta internacional Neno y el ex benfiquista Vitor Paneira-. Los portugueses remontaron un 2-1 y vencieron en su estadio por 2-0. Fue un partido engañoso, puesto que el Vitoria pudo lograr una goleada escandalosa. Una y otra vez superó con, una insultante facilidad la defensa en línea que intenta perfilar en el Parma el ex jugador del Milan Carlo Ancelotti. El diario Público subrayó un dato significativo: "Con lo pagad¿ por el Parma por Chiesa y Zola (más de 3.000 millones) se pagaría durante tres años el presupuesto del Guimaráes".

A la hazaña del Vitoria se encadenó un nuevo éxito del Oporto que lleva un mes imparable. Con el ex seleccionador Antonio Oliveira en el banquillo -sustituto de Bobby Robson- ganó la Supercopa al Benfica por un estruendoso 0-5, en la mayor humillación jamás sufrida por los lisboetas en su estadio. Días después, en la primera jornada de la Liga de Campeones, el Oporto provocó un seísmo en el corazón del calcio y ganó 2-3 al mismísimo Milan. El pasado miércoles redondeó su mes con una victoria sobre el Goteborg (2- l). El Oporto, que aspira a proclamarse campeón de Liga por tercer año consecutivo, un hecho sin precedentes en la historia del club, vendió este verano a tres de sus mejores jugadores (Vitor Baía, Emerson y Secretario) por un total de 1.750 millones. Su fichaje más llamativo ha sido el delantero brasileño Jardel.

El colofón lo puso ayer en la Recopa el Benfica, que hizo valer en Polonia (0-0) el 5-1 que le metió al Ruch Chorzow hace quince días. Benfica también se ha renovado y ha apostado por un nuevo técnico, el brasileño Paulo Autuori, conocido como el Valdano pbrtugués por su trayectoria: hace años clasificó a un modesto equipo isleño (el Marítimo de Madeira) para la Copa de la UEFA y hoy está en el club más laureado de Portugal.

Pero los éxitos portugueses no han sofocado la crisis del fútbol luso, que vive azotado por la deserción cada vez más numerosa del público en los estadios y una vieja herida: todos acusan al Oporto de favores arbitrales.

Así, al término del choque con el Parma, Pimenta Machado, presidente del Guimaráes, afirmó: "Está claro que nuestros éxitos sólo serán internacionales mientras en este país juegue el Oporto".